10 cosas que aprendí al viajar en un crucero.

Karen Belmar Jan 30, 2016

Siempre he puesto toda mi energía para después de trabajar mucho, darme el gusto de viajar y conocer un destino nuevo, pero siempre había viajado en avión, en bus, en auto, pero nunca en un crucero. Se dio la oportunidad de hacerlo y sin dudarlo hicimos las maletas y nos embarcamos en un gran barco que recorrería el Caribe, íbamos a conocer: Aruba, Curacao, Cartagena y La Guaira.

A continuación te diré las 10 cosas que aprendí de viajar en crucero para que las tomes en cuenta si decides experimentar, lo que hasta ahora yo denomino, la mejor forma de viaje.

1.- Estar dispuesto a comer

Dentro de un crucero lo que más encontrarás es comida, ellos te ofrecen diferentes opciones a bordo, por ejemplo, puedes encontrar una zona de buffet donde te sirves lo que quieres y en las cantidades que desees, tienes un área de comidas como pizza y tienes restaurantes a la carta. El crucero que nosotros abordamos era "All inclusive" así que cada día disfrutábamos de un sitio diferente y cada día nos deleitábamos comiendo. La verdad se come exquisito. No olvidaré que al abordar y encontrarnos con los pasajeros que ya habían realizado el recorrido, una familia iba comentando los 7 kilos que llevaban extra.. Mi recomendación es que comas y disfrutes sin remordimientos.

2.- Llevar algún medicamento para los mareos

Considero indispensable que tomen las previsiones ante posibles mareos, en mi caso yo estaba dentro del barco sin ninguna incomodidad, pero al llegar a tierra firme a realizar excursiones en la isla que estábamos visitando, sentía un movimiento de olas en mi cerebro. Esto no le sucede a todas las personas, pero es preferible llevarlo y no usarlo, que necesitarlo y no tenerlo. Esta sensación no es del todo desagradable, pero si te puede dar una pequeña inestabilidad al caminar, lo llaman el síndrome del navegante.

3.- Ir preparados para noches temáticas

En la mayoría de los cruceros se estila realizar fiestas en la noche con una temática particular, es importante que las averigues para ir preparado con el vestuario y accesorios acordes a la temática, por ejemplo en mi caso, nos correspondió una noche vestirnos de blanco, otra de piratas, de hallowen, años 60, traje de gala y tropical. Siempre me han encantado los disfraces, así que me fui muy bien preparada para cada uno. Es una experiencia inigualable en cuanto a diversión se trata.

4.- Leer el diario a bordo

Todas las noches llegábamos al camarote y encontrábamos el diario del crucero, donde te explicaban todo acerca del destino a visitar al día siguiente, además te colocaban todas las actividades a realizar mientras ibas navegando, por ejemplo, hacían talleres de manualidades, spa para relajar el cuerpo, clases de baile en la piscina, entre otras. En el diario encontrabas todo organizado por horas y piso de la actividad. Me di cuenta que muchas personas desconocían que habían actividades paralelas, por eso mi recomendación es: Leer el diario y planificar tus días.

5.- Seguir medidas de seguridad

Es fundamental asistir al primer taller de inducción para casos de emergencia y realizar la simulación como corresponde. Llegué a ver gente que no asistía y también encontré otros que lo tomaban muy a la ligera. Siempre es necesario estar preparado para la contingencia, por eso es preferible durar 30 minutos escuchando las indicaciones, que después estar asustados y desorientados sin saber qué hacer ante una eventualidad.

6.- Recorrer todo el barco

Por las características de mi personalidad, no me gusta perderme de nada, por ello soy bastante curiosa y me encargué de recorrer completo el barco y conocer cada uno de sus salones, gimnasios, restaurantes, cafés, bares, discotecas, salas de niños, entre muchos otros rincones interesantes, de esa manera me mantenía activa todo el día, haciendo cosas diferentes, sin darle espacio al aburrimiento.

7.- Lo ideal de viajar con niños

Para ese momento hicimos el viaje de pareja sin hijos, pero aprendí que viajar en crucero es ideal para los niños, de verdad se les ve la felicidad en el rostro con tanto que tienen por hacer, no hay tiempo para niños aburridos, porque tienen hasta un espacio diseñado para ellos, denominado "club", allí socializan, hacen actividades lúdicas, recreativas y muy divertidas. Me fascinó verlos el día de Halloween todos en un gran grupo asustando en los ascensores a los demás pasajeros. Sin duda, un gran recuerdo para esos pequeños.

8.- Disposición para conocer gente nueva

En éste crucero podías encontrar un 98% de latinos, habían tan pocos ingleses, que los contabas con una mano y sobraban dedos. Todos eran personas sumamente alegres, amables y divertidas. El personal del crucero tenía la capacidad de entretenerte y hacer que lo pasaras tan bien, que jamás olvidarías ese viaje. Es por ello que es aún más interesante si conoces nuevas personas, de otras nacionalidades, realices intercambio de idea y disfrutes en pleno los días a bordo. En nuestro caso conocimos otra pareja que viajaba con un bebé y aún mantenemos esta amistad.

9.- Perder el temor al ridículo

Esos 7 días decidí que no me daría vergüenza bailar, concursar, ni tener que reírme de mi misma. Así lo hice y no me equivoqué, fue una gran decisión porque ahora tengo anécdotas muy divertidas que contar, no hubo una noche que no disfrutara los bailes grupales y las actividades divertidas en la discoteca, incluso un día desfilé vestida de espanto ante todos.

10.- Bajarás sumamente triste

Realmente no querrás bajarte, porque disfrutas tanto y conoces lugares tan hermosos, que indudablemente no quieres volver a la rutina, era común escuchar los lamentos de todos cuando ya faltaban pocos minutos para desembarcar, ya todos con nuevos amigos, con anécdotas super divertidas, con más de mil fotos en las memorias de sus cámaras y con algunos kilos de más, pero bien ganados, porque de verdad es una experiencia única para recorrer el mundo.

Si decides hacer un crucero, recuerda éstos 10 tips porque sentirás que es una experiencia invaluable y muy relajante también, bajas del barco renovado de tanto reír, disfrutar, comer y conocer lugares paradisíacos. Atrévete y después me cuentas.