7 Experiencias en Coyhaique, Patagonia

Enrique Mena Mar 18, 2016

Coyhaique es sin duda una de las ciudades más aisladas de Chile, ubicada a más de una hora del aeropuerto de Balmaceda, y a más de un día de viaje en auto o barco desde Puerto Montt. En el corazón de la carretera austral, los científicos y geólogos han descrito esta zona como una de las pocas que quedan similares a tiempos prehistóricos, donde si bien la acción del hombre ha sido también importante (la quema y tala de bosques cerca a Ñirehuao, por ejemplo), aún se conserva la verdadera magia de la naturaleza fría y salvaje. Y en la misma ciudad de Coyhaique, también se puede observar.

Les dejo 7 experiencias de la misma ciudad de Coyhaique, que fácilmente pueden recorrerse en un día. Pero, ojo, la primera experiencia se inicia ya desde la gran recta de la pampa patagónica que une Coyhaique con el Aeropuerto en Balmaceda.

1. Contemplar la Vista al Cerro McKay: El impresionante paredón que es este cerro, y que recientemente se incendió en una de sus laderas, es el ícono de la ciudad. Si bien se encuentra en las afueras de la ciudad, su vista se puede apreciar desde cualquier sector de Coyhaique (http://chileclimbers.cl/2013/06/06/cerro-mackay-co...). El cerro permite la escalada, y las vistas de cóndores y águilas, además de una majestuosa imagen de la ciudad y sus alrededores.

2. Fotografiar la Piedra del Indio y el Río Simpson: A escasos kilómetros de la ciudad, se puede observar la famosa Piedra del Indio en los alrededores del Río Simpson, que bordea la Carretera Austral. Realmente pareciera una piedra tallada con el perfil de un indio. Por otro lado, el Río Simpson envuelve toda la atmósfera patagónica en un gélido respiro.

3. Caminar por la Plaza de Armas: La plaza de armas se concibe como el centro de Coyhaique y lugar de reunión de jóvenes y ancianos, que dan vida a la ciudad. Rodeada de bajos edificios, árboles gigantes, y una catedral que aún sin brillar con luces propias, inspira profundamente en su interior. La plaza cuenta con distintos puestos vendedores, y una interesantísima rosa de los vientos con las distancias desde Coyhaique a otras capitales y ciudades importantes del mundo.

4. Comprar en las Ferias de Artesanías: Las ferias de Coyhaique y sus gorros de lana o artesanía local cubren tanto la plaza como las calles principales. Cercano a los restoranes y a las plazas de la ciudad, existen decenas de casuchas de madera que venden la artesanía a un muy buen precio. No sólo gorros de lana, sino que también implementos de cuero son altamente apetecidos.

5. Probar la Gastronomía Patagónica: La gastronomía de la Patagonia es reconocida en el mundo por el asado de cordero, o cordero patagónico. Un buen lugar donde comer es en Los Bórquez, en pleno centro, que por cerca de $10.000 se puede disfrutar con unas ricas papas al horno. Además, existen otras zonas gastronómicas como el Dalí, que cuenta con diferentes premios en TripAdvisor. Por otro lado, los lácteos (quesos, tortas de leche, chocolate y manjar, entre otros) son realmente una maravilla.

6. Visitar el Museo Regional y el Monumento al Ovejero: El Museo Regional es un centro nuevo con arquitectura moderna en la que cuentan con pequeñas exhibiciones abiertas al público y gratuitas, funciones de películas y documentales, y en ocasiones muestras de danza. Es el nuevo centro cultural de la ciudad, y su valor de ingreso para piezas de museo más relevantes o exhibiciones específicas es relativamente bajo. Un poco más alejado del museo se encuentra el Monumento al Ovejero, y poco más allá, una enorme estatua en honor al Mate.

7. Observar en Miradores: La ciudad de Coyhaique es de un atractivo sin igual, por sus frondosos árboles y rodeado de maravillosos cerros. Pero, uno de los elementos infaltables, son las vistas a los miradores. El primero es espectacular, y presenta una panorámica al viento con el Río Simpson y su zigzagueante sendero. Justo, en posiciones diametralmente opuestas, se encuentra el mirador hacia el Río Coyhaique, que si bien está rodeado de naturaleza, es imponente el perderse en los bosques maravillosos que ofrece el mirador. Finalmente, el parque eólico también permite visualizar a la ciudad de Coyhaique desde las alturas.

Coyhaique es considerada una capital regional de paso, que basta con una mañana o un día para poder recorrerla y ver estos grandes sitios y experiencias. Además que permite ser una base de planificación para recorrer las surrealistas Catedrales de Mármol, el grandioso General Carrera, los farellones de Aysén, o el caudaloso Baker.