10 razones porque vivir en Sudamérica es lo mejor

Las regiones del mundo tienen sus cosas buenas y cosas malas (como todo en la vida en realidad), pero como en esta oportunidad se me ha encomendado la tarea de explicar porque vivir en Sudamérica es lo mejor, como buena latina, miraré el lado medio lleno del vaso y les contaré porque vivir en esta zona del planeta es mágico. Honestamente, preparar una lista con las bondades de Sudamérica no es nada difícil, es más las razones sobran, y si aún no se ha enterado, usted vive en una región maravillosa, donde la alegría es pan de cada día y donde los atractivos de la naturaleza nos deleitan a diario ¿No me cree? aquí tiene una lista de 10 razones que confirman mi teoría.

1. La diversidad geográfica

Cada país sudamericano tiene la ventaja de ser diverso, con estructuras geográficas complejas, pero a la vez impresionantes. Es así como en un mismo país, como Perú, podemos disfrutar de las increíbles playas y balnearios del norte como Piura y, al mismo tiempo, cruzar todo el territorio para recorrer parte de su selva o regiones desérticas del sur. Y si de Desierto se trata, en Chile, se encuentra el más árido del mundo, el imponente desierto de Atacama. Pero eso no es todo, hacia el sur se encuentra el frío más extremo Patagónico, el de los majestuosos y milenarios glaciares. Y si lo que buscas el una región exótica facilmente puedes llegar a la mágica Rapa Nui (Isla de Pascua) Como ven, en pocos países del mundo se tiene la posibilidad de encontrar estructuras geográficas tan disimiles, en Sudamérica esta es una característica es habitual para muchos.

2. Sus maravillas naturales

Las Torres del Paine, Machu Picchu, Las Cataratas de Iguazú, Salar de Uyuni, El Amazonas, Lago Titicaca, etc. Suma y sigue, así podría escribir interminablemente acerca de los atractivos naturales que enriquecen nuestra región. Y dígame si no da gusto vivir en una zona en donde se tiene la certeza de que en la dirección en que dirijamos nuestro recorrido nos podemos topar con cualquier regalo que la naturaleza nos otorgó.

Imagen CC. Cristina Valencia

3. La alegría de nuestra gente

Y si hay algo que es indiscutible, es la alegría de los sudamericanos. Nos destacamos en cualquier lugar del mundo, de carcajada ruidosa, escuchando música alegre y siempre haciéndose de amigos, así somos los nativos de esta región. Cuando comencé este artículo dije que debía mirar la parte del vaso medio lleno, porque es lo que siempre hacemos, aunque las cosas estén cuesta arriba, nos reímos de los problemas, de nosotros mismos y de lo que sea necesario. Porque si la risa es el remedio para el alma...véngase para acá, ¡que la vendemos por kilo!

4. El sentido del humor

Pero para reírnos, obvio que debemos tener sentido del humor y mucho. Porque el sudamericano siempre, cual mago en espectáculo fome, saca su mejor chiste en momentos de crisis. " Que Brasil es ateo, porque ahora el Papa argentino", "que el Papa Francisco es mejor que Pelé" y mil chistes más de acuerdo a la ocasión. Toda noticia, todo evento, todo relato, es el mejor argumento para inventar el mejor chiste, y la competencia (para saber quien es el más gracioso) se vive a diario.

Imagen CC. Ninja Midia

5. Calidez de nuestra gente

La alegría también va de la mano con la amabilidad, y es que en Sudamérica la gente es realmente muy cálida. Con el saludo a flor de labios y con una admirable disposición para indicar una dirección, la hora o simplemente tender una mano ante cualquier eventualidad. Sí, nos molestamos, nos ponemos apodos y nos reímos, pero también nos ayudamos, y mucho.

6. Lo divertido del lenguaje

Y como es normal reírnos por todo, lo complementamos con un lenguaje único, que se ha hecho famoso a nivel mundial. Porque usamos tantos modismo que los europeos necesitan de un verdadero manual para entendernos. Sí los peruanos son conocidos por el Pé, el chileno por el Po', el argentino por el che, y el colombiano por el "usted" (por mencionar algunos), a estas alturas da lo mismo, en el fondo todos se han vuelto una sola lengua regional. Con los altos niveles de migración cruzada que se han dado en los países sudamericanos se ha ido formando un verdadero lenguaje multicultural, por lo mismo, no sería difícil escuchar por ahí un "ché, que pena con usted, no te enojí po". Pero esta bien, porque nos gusta, nos divierte y lo mejor, nos identifica plenamente.

Imagen CC. Luz Adriana Villa

7. Diversidad cultural

Tierra de poetas, de múltiples dialectos, de cientos de pueblos conviviendo en un mismo entorno, etc. han permitido que esta área tenga una riqueza histórica inigualable. Por lo mismo, el capital cultural que se adquiere viviendo en Sudamérica es valiosísimo.

8. Gastronomía

El lomo saltado, la feijoada, los porotos con riendas, el curanto, las empanadas o el típico bife de chorizo argentino, son sólo algunos de los platos con los que nos deleitamos a diario acá en la región. Y como no hacerlo si la gastronomía sudamericana es eterna y catalogada como una de las mejores del mundo, precisamente, por sus sabores, colores y aromas, todos ellos inigualables y característicos de la zona.

9. Opción de viajar a bajo costo

Lo otro destacable, y una de las gracias de vivir en Sudamérica, es el bajo costo que tiene el viajar entre los países vecinos. ¡Quién no ha tomado sus cosas y largado a mochilear a bajo costo por los países de la región! Hay cientos de alternativas y miles de viajeros cada año.

10. Mujeres Bellas

Esta razón le interesará más a los hombres, pero en honor a la verdad es un real homenaje a la mujer sudamericana. Ok, es cierto, no todas somos garotas despampanantes, pero cada una tiene lo suyo. Y es que la mujer de este lado del mundo tiene esa belleza particular que atrae. Rubias, pelirrojas, morenas o más pálidas todas tienen su encanto y esa cuota de sensualidad que no se encuentra en otro lugar del planeta.

Imagen CC. Papagaio-pirata

Ya lo sabes, razones por las que vivir en Sudamérica es lo mejor, sobran. Solo basta abrir bien los ojos y reaccionar, para darnos cuenta que de que nuestra hermosa región es maravillosa. ¡Recórrela, vívela y, por sobretodo, disfrútala!

Portada: Imagen CC. David Yu