El sur de Chile es hermoso, sin duda mi zona preferida del país por su vegetación exuberante, sus lagos, y sus paisajes que quitan el aliento. En la zona sur y centro sur podemos encontrar ciudades encantadoras, sin embargo pocos son los que se aventuran más allá para conocer pequeños poblados de los alrededores y su historia. Confieso ser una de esas personas, sin embargo, buscando mis raíces decidí con mi mamá ir a conocer Capitán Pastene, un pueblo bastante mencionado por mi familia paterna pues mi bisabuelo llegó junto a los suyos como parte de los muchos colonos italianos que llegaron a poblar la zona.
Hay muchas cosas que hacer en Capitán Pastene, pero primero les contaré que se encuentra ubicado en la región de la Araucanía, específicamente en la comuna de Lumaco. Se ubica a 630 kms de Santiago y a 10 kms de la localidad de Lumaco. A comienzos del siglo XX, 88 familias de inmigrantes italianos provenientes de diversas localidades de Módena llegaron a colonizar esa zona para dedicarse a la agricultura y a la actividad forestal. Cuando uno llega al pueblo no puede dejar de preguntarse cómo se las arreglaron esas familias para llegar hasta ese lugar, que se ubica en una cuesta. (Pensemos que en ese entonces no existían los automóviles, por lo tanto el traslado se realizaba en carreta, y tampoco existían caminos por donde transitar).
¿Qué hacer en Capitán Pastene?
El pueblo es pequeñito, pero su gastronomía es famosa en la zona. Como todavía permanecen muchos de los descendientes de familias italianas de ese entonces, su legado no se ha dejado morir, convirtiéndose en la atracción. Es fácil saber qué hacer en Capitán Pastene: ante todo, comer. El lugar es famoso por sus restaurants (trattorias) y fábricas en los que, claramente, la comida italiana es la reina. No puedes dejar de probar sus pastas, embutidos y pastelería. Recomiendo especialmente la trattoria Don Primo, en donde no solo puedes comer deliciosa pasta fresca sino también adquirir productos artesanales como quesos, mermeladas, conservas, longanizas y el famoso prosciutto o jamón italiano. Incluso existe un pequeño Museo de Prosciutto donde verás los jamones colgando del techo, todo artesanal e ideal para los más carnívoros. Pero los que no comemos carne igualmente podemos darnos más de un gusto culinario al viajar a Capitán Pastene, porque la oferta es muy variada.
Pero no todo es comer. Un viaje a Capitán Pastene también es encantador visualmente. Si se preguntan qué hacer en Capitán Pastene, les cuento que lo primero que verán es la bella iglesia de San Felipe de Neri con su campanario, ubicada frente a la plaza. Esta plaza también es un lindo lugar para sentarse a descansar y admirar el paisaje, rodeado por la cordillera de la costa. Además, en este poblado italiano se encuentra uno de los primeros cines de Latinoamérica, el cine y teatro Rex, que ha sido restaurado por los descendientes de sus antiguos dueños luego de años de permanecer abandonado y que actualmente exhibe un documental llamado "Pastene, el último cinema". Sus propietarios pretenden que en un futuro este cine funcione también como teatro y museo.
Con tantas cosas interesantes que ver y probar, muchos querrán quedarse más tiempo en la zona para visitar también los alrededores, como Traiguén, Angol o Lumaco. Las Cabañas L'Emiliano ofrecen distintas alternativas para parejas o familias que deseen alojarse en este oasis italiano en pleno sur de Chile. ¿Te animas a conocer Capitán Pastene?