Con 20 años partí con una mochila al hombro, varios amigos y con las ganas de volver al sur de Chile. Trabajé todo un año para juntar algo de dinero, y que me sirvieran para lograr el objetivo: llegar a Valdivia para disfrutar de la semana Valdiviana.
Aunque la primera vez que viaje a esa ciudad, fue a los 15 años cómodamente con mis papas. Recuerdo que la primera parada de ese viaje fue en Chillán, en un Restaurante llamado “Parrita Restaurante” , cerca de las 22.00, donde servían unas ricas parrilladas y como ya al terminar de comer se nos hizo tarde pernoctamos en La Casona de Chillán.
Cuando comencé a viajar como mochilera, me di cuenta que el presupuesto se debía adaptar a un restaurante más económico, así que al bajar del tren cerca de las 13.00 horas, tomé de inmediato el bus hacia Concepción, donde llegue cerca de las 14.30 y almorcé en el mismo terminal de buses Collao , que por un precio de $2,500 tuve que elegir entre un plato de entrada o sopa, el plato fuerte y postre más la bebida o jugo.
Calle Local
Una vez terminado el almuerzo, recorrí un poco los alrededores mientras esperaba que llegara la hora para tomar el bus que me llevaría a Temuco, donde iría a la casa de un amigo cerca de Nueva Imperial a pasar la noche en mi carpa.
Lo que no tenía presupuestado es que el bus demoraría cerca de 4 horas en llegar a Temuco, y que el único transporte hacía Nueva Imperial salía a las 18.00, por lo que tuve que pasar la noche en el Hostal Tribu Piren, y ahí se me fueron algunos pesos en el presupuesto ajustado que tenía.
Al día siguiente me levante temprano en la mañana y concurrí al mismo terminal para comprar el pasaje a mi destino final: Valdivia.
Puente Pedro de Valdivia
Cuando llegamos con mi familia, habíamos reservado una cabaña pasada Isla Teja, con un segundo piso y calefacción a leña, ya que a pesar de que era verano hacía un poco de frío y mucha humedad. La noche en este lugar era de alrededor de $38.000 por noche por 6 personas. (Foto portada Río Cutipay)
Llegar a Valdivia como mochilera significó una gran travesía donde el presupuesto es ajustado y uno debe ir viendo las opciones más económicas para dormir, tomar buses o incluso buscar algún compañero de viaje que vaya al mismo destino que tú y así compartir algún vehículo. En definitiva buscando la opción de dormir en camping, casa de amigos u hostales cercanos a los terminales es posible poder llegar al destino con un presupuesto más ajustado, que cuando uno viaja en automóvil, duerme en cabañas calefaccionadas y come en restaurantes de la zona, donde fácilmente se pueden gastar cerca de $30.000 por persona diario, mientras que de mochilera se pueden gasta cerca de $10.000, si es que no menos por día para disfrutar de Valdivia.
Fuerte Corral