Viña del Mar tiene bohemia de sobra. Cuenta con una amplia variedad de bares para pasarla bien. Sin embargo, son tantos que a veces es difícil distinguir entre los buenos y malos. Por eso aquí una selección de los mejores 7:
1.- Journal. Un emblemático de la noche viñamarina. Ubicado en un céntrico lugar (Álvarez esquina Agua Santa), se ha convertido en un punto obligado para carretiar. En este local se puede hacer de todo: comer, beber y bailar. Dispone de 3 ambientes, 2 pisos más una terraza para fumadores. Allí ofrece una carta y una barra nacional e internacional, en las que destacan sus contundentes pizzas y papas fritas; además del vodka tónica y el mojito cubano XL ( $ 3 mil). Y a eso hay que sumarle la buena onda que se genera en la noche . Todos conversan y los pasillos se transforman en improvisadas pistas de baile electrónicas o de éxitos de los ’80. Así que por precio y calidad, es la mejor alternativa.
2.- Glasgow. Excelente opción para divertirse en la ciudad jardín. Una verdadera casa cerca de la playa (3 poniente 660, entre 6 y 7 norte), en donde se reúne una buena carta y un buen ambiente. Son 2 pisos y un gran patio con la mejor música pop rock de los ’70, ’80 y ’90. Haciendo gala a su slogan “beer and wine”, este pub cuenta con una gran variedad internacional de cervezas y vinos; así como también de pizzas, sándwiches y tapas para acompañar una estadía precisa. Abre desde las 18:30 hasta las 2:30 am, por lo que es especial para after office, para hacer la previa o simplemente para compartir.
3.- Tercer Tiempo. Un auténtico lugar de amigos que no podía faltar. Si bien se encuentra en un epicentro top, (7 norte 153), este bar ha sabido mostrar una personalidad propia que encanta. Una cercanía y simpleza que se refleja tanto en el servicio como en la carta. Así ofrece una atención amigable, una “cantina” en la que abundan las piscolas y terremotos, así como una carta con variedad de hamburguesas “para el bajón”. En cuanto a los precios, se podría decir que son convenientes en comparación a los del sector. El único punto negativo es que no cuenta con estacionamientos propios, ya que sólo se puede estacionar en calles aledañas al bar.
4.- San Pedro. Un buen restobar. Emplazado en pleno centro de Viña del Mar (Avenida Valparaíso 79), es un local bueno y barato. Ofrece clásicos tragos y comida a precios módicos. Por ejemplo, piscola y vodka a $ mil o tablas que no superan los $ 5 mil. La atención es rápida y expedita, por lo que no se pierde tiempo. En cuanto a la música, el repertorio es variado y se pone a volumen moderado, así que es bien agradable para conversar. Especial para disfrutar de una junta o celebración con los amigos.
5.- Vienés. El lugar perfecto para charlar. Aunque está cerca de uno de los epicentros del carrete viñamarino (Viana 5, esquina Agua Santa); este local tiene un halo totalmente distinto: la intimidad. Así que constituye una alternativa para escapar de la taquilla de la ciudad o bien, para reducirla a su simpleza. Es para pasar una velada hablando en compañía de unos tragos, comida y canciones de antaño. Para eso posee una barra con clásicas cervezas y destilados, además de una carta en donde destacan las empanadas. ¿Hay baile? No. ¿Hay fumadores? Sólo los que están dispuestos a salir a fumar, pues el sitio no tiene terraza. Sencillo.
6.- Cervecería Oh. Rica y amena, así que tenía que estar. Ubicada en 3 poniente 599, esquina 7 norte, es un lugar cómodo para disfrutar de lo casero. Tiene mesas interiores y exteriores, especiales para albergar a la gran cantidad de personas que lo visitan hasta que cierra, a las 1:30 am. El ambiente es relajado, pues la música se pone a volumen moderado, permitiendo que los clientes conversen mientras se espera el pedido. Como su nombre lo dice, este pub posee una amplia variedad de cervezas artesanales, por lo que las hay desde las clásicas nacionales a las con sabor a licor. También se ofrece tragos, como los piscolones y los sours. Y a ello se suma una gastronomía en la que sobresalen sus contundentes empanadas y pizzas.
7.- Juglar. El pub viñamarino más porteño. Aunque se encuentra en el centro de Viña (Avenida Valparaíso 28), parece que no fuera de ahí. Más que un bar, luce como una permanente tertulia: pequeño, con bancas de madera adentro y afuera, música pachanguera y/o canto popular (a veces con presentaciones en vivo) y gente con ganas de conversar. Aquí no se ofrecen productos rebuscados, sino que sólo los simples que sus clientes adoran: cervezas, terremotos y vino con frutas, que no superan los $5 mil. Ideal para evocar el ambiente del puerto sin tener que ir hacia allá.
Como viste, los mejores bares de Viña del Mar destacan por su precio, calidad y buen ambiente. Después de saberlo, ¿te tincó alguno de la lista?