Cuando me hablaban de Italia siempre me había imaginado a muchas personas en las calles, ambientes familiares –tipo El Padrino- hablando desordenadamente y disfrutando el placer de vivir. Pero lamentablemente al llegar a Roma ninguno de esos imaginarios aparecieron, al menos no en su totalidad.
Sin embargo, meses más tarde tuve la bella posibilidad de conocer parte del sur de la región de la bota europea y fue maravilloso. Cual película de Giuseppe Tornatore la cultura esperada apareció en esplendor.
La región fue Calabria, una parte del “empeine” de Italia, ubicada en la costa del mar Tirreno (parte del mar Mediterráneo) en el límite del mar Jónico. Es una zona de aguas cálidas y helados maravillosos.
El territorio está cubierto de constantes verdes que envuelven las laderas bordeando el mar. Al andar por las carreteras de la zona me recordó mucho el valle del Choapa (IV región de Chile) en primavera, con la diferencia que en todo momento uno de los bordes del paisajes son las playas color turquesa que pierden su límite con el azul del cielo.
Calabria es la región perfecta si te gusta la playa y quieres conocer parte de la inmensidad del mar mediterráneo en medio de paisajes limpios de contaminación, lleno de agua de color azul-verde-turquesa intenso y en calma, con aguas cálidas perfectas para nadar y pasear en transporte acuático.
Dentro de la región puedes visitar Tropea, Pizzo y Cabo Vaticano, estas tres ciudades se encuentran a no más de media hora de recorrido en auto y ofrecen la posibilidad de disfrutar del mar mediterráneo en sus diferentes playas, junto con restoranes de comida típica italiana a precios accesibles y donde podrás comer una inmensa variedad de riquísimos helados –totalmente recomendado el de pistacho- y el conocido postre de la zona, el tartufo.
El paso por la sencillez y cotidianidad de sus calles de arquitectura tradicional te trasladará a una Italia antigua rodeada de peatonales que en verano dan la suficiente sombra para aguantar un clima tropical con temperatura promedio de 30°C.
Si buscas un lugar con tradiciones típicas; música característica; buena cocina; fruta y verdura variada, económica y sabrosa; negocios de pastas y souvenirs de recuerdos, siendo testigos paralelamente de un día a día de reuniones sociales de personas del lugar en las calles y habitantes amistosos y acogedores, Calabria es el lugar que buscas.