La Isla Magdalena está instalada en medio de las gélidas aguas del Estrecho de Magallanes y es considerada un monumento natural de pingüinos debido a los cientos y miles de ejemplares de pingüinos magallánicos que habitan en este trocito de tierra. Cuando digo trocito de tierra no lo hago en mala onda, es que esta solitaria isla no tiene más que lo que se ve en esta foto: un faro en la parte alta y una infinidad de pingüinos revoloteando por todas partes, asomándose de sus pequeñas madrigueras o incluso paseándose entre las piernas de los visitantes que se emocionaban y exclamaban en un montón de idiomas diferentes.