Historias de viaje: mochileando hasta el Parque Nacional Conguillío
El Parque Nacional Conguillío, es considerado por muchos (me incluyo) como uno de los 3 más hermosos de Chile. Emplazado en la Región de la Araucanía, aproximadamente a 25 kilómetros de Curacautín, se encuentra este verde y mágico lugar, con bellos lagos y lagunas y además un bosque de araucarias, coihues y ñirres que envuelven uno de los volcanes más activos de nuestro país: el volcán Llaima.
Entre el periodo de navidad y año nuevo, decidimos viajar a dedo con un grupo de amigos (4 en total). El concepto era claro: cada uno tenía alrededor de 40 mil pesos en efectivo, y debíamos ahorrar lo máximo posible, así pues, llevamos nuestras mochilas cargadas de baloncitos de gas, cocinilla, ollas y harta comida (ya que en el parque solo tienen algunas cosas y a un precio más elevado).
Como soy de Concepción, el viaje no se hizo tan largo, lo esencial es salir a la ruta 5 sur temprano y ahí tomar algún camión o vehículo que nos deje en Victoria (son aproximadamente 6 horas), de ahí, se puede hacer dedo o tomar un bus que los lleve hasta Curacautín (casi dos horas más de viaje). Llegando a Curacautín, una buena idea es acampar, ya que tiene supermercados a precios muy baratos y pueden abastecerse de lo que les hace falta. Además, hay un pequeño bus de trabajadores que los acerca más al parque y pasa alrededor de las 6 de la mañana por el terminal (así que decidimos armar una carpa afuera y dormir ahí).
Al otro día, mochilas al hombro, con un frío que cala los huesos, nos bajamos en el sector más próximo al parque y seguimos nuestra travesía a pie por más de una hora. Afortunadamente, un furgón de la Conaf nos acercó a la caseta de entrada. Ahorrándonos unas buenas horas de caminata (unas tres horas al menos).
En la caseta es imperioso registrarse y cancelar el valor de entrada al Parque, son $3.500 pesos por persona y debes anotar tu nombre, teléfono y contacto de algún familiar. Además nos entregan un mapa del lugar. También nos señalan que es imperativo que avisemos a los cuidadores o guardaparques acerca de los senderos que queremos realizar, sobre todo en los de complejidad media-alta (sierra nevada, los contrabandistas), así como también de no encender fuego, a menos que sea en las zonas señalizadas para ello, no botar basura o comida, junto con respetar siempre los senderos, para evitar enfermedades como el Hanta, el que se encuentra presente en zonas donde no llega la luz del sol y más aún si hay restos de comida que puedan atraer a algún roedor.
Luego de hacer los papeles de rigor, nos topamos con la primera belleza de esta travesía: la laguna Captrén, la que resulta ser un espejo de agua.
La zona de camping se encuentra a aproximadamente cinco kilómetros de la entrada principal, ahí es donde se encuentra el lago Conguillío:
La laguna Arcoiris es otro de bellísimos lugares para recorrer:
Avanzando (en vehículo) y pasada la laguna Arcoiris, podemos encontrarnos con la laguna Verde:
Para luego dar la vuelta y encontrarnos con el volcán Llaima en todo su esplendor:
Recomendaciones:
Si vas a ir en periodo de invierno, es preferible arrendar una cabaña, ya que el Parque se llena de nieve. La temporada de verano fluctúa entre mediados de diciembre y principios de marzo, si bien es caluroso en el día, las noches son muy heladas y húmedas por lo que aconsejo aparte de llevar el saco de dormir y el aislante, incluir una manta de polar para envolverse el cuerpo. También son indispensables los calcetines chilotes de lana gruesa, gorros, orejeras y guantes, además de una carpa de 3 estaciones (en la medida de lo posible, sino, llevar nylon, siempre habrá un día en que les toque lluvia). El valor del camping suelen ser 20 mil pesos por noche para hasta 4 personas.
Si van a ir mochileando ármense de valor, porque este es un Parque enorme y tendrán mucho que visitar.