Se acerca "El Dieciocho", frase típica para anunciar la llegada de las fiestas patrias en Chile, con ella escuchamos "asado", "fonda", "carrete", "terremoto", "anticucho", "choripán", "empanada" y muchas otras palabras que se hacen más comunes por esos días. Esta celebración conmemora la formación de Chile como un Estado Nación Independiente de la Corona Española, y trae consigo dos días festivos que se traducen en buen ánimo, fiestas y comida, mucha comida.
Conversar con un chileno sobre "el 18" es realmente sorprendete para nosotros los inmigrantes. Ver como se infla su pecho, su cara sonriente y la mirada iluminada es sin duda muy emocionante. Para los venezolanos es sólo comparable con nuestras navidades: la gente con ánimos de fiestas, pendientes de salir temprano de las oficinas y colegios para ir a celebrar, de compras en los supermercados para cocinar y llamando a los amigos para ver dónde será la siguiente reunión.
Me gusta vivir las fiestas patrias de Chile, ver a los niños con trajes típicos, que se incremente el consumo de empanadas, el ambiente de fiesta y de celebración es contagioso, nada que ver con la celebración de las fiestas patrias en mi país, que lo celebra con un discurso presidencial y con un desfile militar. Chile tiene un patriotismo arraigado que me llama la atención, se escucha "Cueca" en la radio, hay actos en los colegios donde los niños se visten y bailan según la tradición, la gente iza las banderas y disfruta estos días con gran emoción en todo el país.
Sin embargo, así como estas fiestas sacan lo mejor del chileno, los días previos -en mi opinión- sacan lo peor de ellos, y es la conmemoración del golpe militar del 11 de Septiembre de 1973 que Augusto Pinochet le dio al gobierno de Salvador Allende, abundan las protestas, incendios, el vandalismo están a la orden del día, a pesar de que han pasado 40 años, los medios de comunicación no pasan inadvertida la fecha, testimonios de los protagonistas, de los familiares de los protagonistas, reportajes, documentales, entre otros, colman la vida de los chilenos por esos días, entonces llega el clima de "bipolaridad" que nos cuesta entender a los extranjeros, una semana de incendios y una semana de fiesta. La historia y su marca por generaciones.
Se acercan ambas fechas, mi consejo: Enfocarse solamente en "el 18", porque al fin y al cabo, lo mejor es siempre la diversión, la comida, el baile y la alegría. ¡A disfrutar las fiestas con alegría y emoción!