7 Tips para viajar liviano, pero con estilo

Mariana Tello Jul 19, 2015

Siempre es una buena época para ir de viaje, pero invierno es ideal por sus ofertas de temporada baja y hay menos turistas en los lugares más populares. Pero para algunos, viajar supone siempre un problema que es inevitable: empacar. Hacer la maleta puede ser tedioso y muchas personas lo dejan para última hora, así que se complican aún más al darse cuenta que no cabe todo en la maleta o al no saber qué llevar y qué no.

Si te encanta la ropa y nunca has logrado ser una de esas personas que empaca de manera minimalista, aquí tienes algunos tips que te ayudarán a organizarte y a meter todo lo que necesitas en tu maleta o mochila.

1. Haz listas. A veces puede sonar tedioso tener que hacer una lista, pero cuando vas a viajar por varios días y necesitas llevar muchas cosas, es mejor llevarlo todo planificado. Haciendo listas de las cosas que llevas podrás decidir más fácilmente qué es lo realmente necesario llevar y qué no lo es. Probablemente, si se te olvidó ponerlo en la lista es porque realmente no lo necesitas. Recuerda hacer listas no sólo para la ropa, sino también de tus artículos personales. No quieres llegar a tu destino y darte cuenta que no llevaste el cargador de tu cámara.

Lo que no puedes olvidar: Lo principal son tus documentos: tu carnet de identidad, pasaporte en caso de necesitarlo, pasajes, tarjetas, dinero en efectivo y cualquier documentación que pudieras requerir de acuerdo a tu viaje. No puedes olvidar tu ropa interior y pijama. Aunque suene obvio, mucha gente olvida llevar este tipo de cosas porque se preocupa de todo lo demás. Tampoco debes olvidar tus medicamentos en caso de tomarlos, artículos de higiene personal y un par de zapatos extra. En mi caso, agrego a la lista mi cámara fotográfica.

Lo que deberías dejar: Cosas muy caras o muy valiosas emocionalmente, puesto que siempre existe el riesgo de que tu equipaje se pierda si viajas en bus, tren o avión. No deberías llevar prendas que no te quedan cómodas, aunque sientas que te ves bien; debes privilegiar la comodidad por sobre la moda. Evita también llevar cosas que se puedan derramar, como botellas de shampoo o bálsamo, y si es que debes llevarlo busca los envases más pequeños del mercado y ponlas dentro de una bolsa sellada. No lleves alisadores o rizadores de cabello a menos que vayas a un evento que realmente lo requiera, ya que son pesados y bultosos.

2. Planifica tus outfits. Si te gusta vestir con mucho estilo y no parecer turista, probablemente te cueste mucho empacar ya que quieres llevarte todo. Para viajar liviano, lo que debes hacer es planificar las prendas que quieres llevar y probar cómo combinan entre ellas, creando outfits que podrías usar en el destino al que vayas. Para hacerlo más fácil, yo tomo cualquiera de las prendas que quiero llevar y si con ella no logro crear por lo menos 5 tenidas distintas, la descarto. De esa manera te aseguras de usar todo lo que lleves más de una vez y te ahorrará tiempo decidiendo qué ponerte.

3. Si no lo usas acá, no lo vas a usar allá. Todos guardamos de vez en cuando unos shorts o un vestido que por alguna razón no usamos, pero que nos gusta. Bueno, si piensas que un viaje es la ocasión perfecta para usarlo, te equivocas. No hay nada en el destino el que viajas que pueda hacer que algo que no te convence en tu casa, sí te convenza allá. Lo más probable es que vuelvas con esa prenda intacta. Tampoco lleves cosas nuevas, especialmente zapatos, porque una ampolla creada por un zapato duro podría arruinar tus tardes de turismo.

4. Mira las cosas antes de ponerlas en la maleta. No importa si lo haces dos días antes o la noche antes. Lo importante es que te des el tiempo de poner todas las cosas que vas a llevar en un mismo plano -como podría ser encima de tu cama o en una alfombra- y veas todo lo que pretendes llevar. De esta manera tendrás una idea clara de cuánto espacio ocupará todo en tu maleta y sacar cosas antes de armarla. Además, te vas a dar cuenta si es que se te estaba olvidando algo, aunque si haces una lista de lo que necesitas antes de empacar, no se te debería olvidar nada. La chaqueta o chaleco que sea más grande y abultado déjalo fuera y lo llevas puesto, de esta manera ocupas menos espacio en la maleta.

Imagen CC: cmor15

Imagen CC: cmor15

5. Deja en tu casa todo lo que planeas llevar "por si acaso". Es típico de cuando hacemos la maleta a última hora que pongamos cosas adentro sólo por si lo llego a necesitar. Como llevar una chaqueta al caribe por si te diera frío o llevar un traje de baño a un viaje en inverno por si hace calor un día. Revisa los reportes climáticos del lugar al que vas y deja en casa lo que sabes que no vas a necesitar. Con los paraguas pasa algo parecido, porque puede que efectivamente necesites uno en lugares lluviosos, pero siempre es mejor esperar a que llegue la lluvia y comprar uno a llevar ese peso que tal vez no uses. Además, si lo compras allá tendrás un souvenir extra y probablemente una historia que comience con "¡Este paraguas me lo compré un día que se largó a llover justo cuando íbamos a la Torre Eiffel!".

6. ¿Enrollar, doblar o estirar? Las tres técnicas más usadas para empacar, todas con sus pro y sus contras.

Enrollar: Consiste en estirar las prendas y doblarlas por la mitad si son pantalones, o doblar las mangas hacia adentro con las poleras, y luego enrollar la prenda como si fuera un saco de dormir. En mi experiencia, es útil con prendas como leggins, pantalones de buzo, poleras manga larga o chalecos delgados. Es decir, prendas que no se van a arrugar y que puedes apretar bien. No lo recomiendo con chaquetas, pantalones de tela o chalecos abultados, porque no te ayudará a reducir espacio. Es el método más útil en caso de viajar con una mochila, ya que es más simple ordenar los rollitos dentro.

Imagen CC: Connie Ma

Imagen CC: Connie Ma

Doblar: Es lo más clásico, doblar las prendas como cuando las guardas en tus cajones. Es útil porque tu ropa queda más ordenada, pero tu ropa podría marcarse con los dobleces, así que debes tener cuidado de cómo doblas las prendas. Es útil cuando tu maleta es cuadrada y convencional, pero no cuando llevas una maleta redondeada, un bolso o una mochila.

Estirar: El método ideal cuando quieres evitar que tu ropa se arrugue. Consiste en poner cada prenda lo más estirado posible dentro de la maleta. Funciona mucho mejor cuando tienes una maleta grande, así que no es una buena idea en caso de llevar una mochila o una maleta de cabina.

Si lo que buscas es llevar la mayor cantidad de prendas en el menor espacio posible, mi consejo es mezclar los tres métodos y agregar un cuarto: bolsas organizadoras. En el mercado venden de este tipo de bolsas, hechas de malla o de tela, pero la opción más fácil es comprar bolsas tipo Ziploc muy grandes. Muy útil si viajas con niños además, porque puedes escribir el nombre de ellos en las bolsas y no mezclar la ropa de cada uno.

Puedes ir organizando las distintas bolsas, doblando o enrollando dependiendo de las prendas que lleves. Una vez llena, la aplastas para sacar el aire y la cierras y con eso ahorrarás mucho espacio. Luego las pones en tu bolso o maleta y rellenas los espacios que te quedan con cosas más pequeñas, como calcetines o ropa interior. El plástico reduce la fricción así que es más fácil poner cosas entre las bolsas. Recuerda que si llevas una mochila, las bolsas más pesadas debes ponerlas al medio para evitar que te desequilibre. En las maletas, lo más pesado va abajo para que se equilibre al dejarla parada.

7. Accesorios: Si lo que quieres es mantener tu estilo sin llenar demasiado tu maleta, necesitarás accesorios. Si vas a un lugar donde hará mucho frío, no necesitas llevar muchas chaquetas, con dos o tres bufanda puedes variar totalmente un atuendo y utilizan virtualmente nada de espacio. En las maleta puedes ubicar tus bufandas o pañuelos en el fondo, entre los fierros con que tiras la maleta. De esta manera emparejarás el fondo, un espacio que probablemente iba a quedar sin utilizar. También puedes ponerlas dentro de tus zapatos o botas, o en los bordes de la maleta antes de empacar todo. Con los aros puedes hacer lo mismo, llevar tres o cuatro pares en una cajita o bolsa de plástico y la pones dentro de un zapato, en el bolsillo de una chaqueta o en un cosmetiquero.

Viajar es una experiencia maravillosa que no debe volverse estresante al pensar en empacar y en el peso que vas a cargar. Normalmente ocupamos sólo la mitad de lo que llevamos a un viaje, y puedo dar fe de que es así, pero cuando estamos empacando todo parece importante y necesario. Así que sigue estos tips y organiza con tiempo lo que vas a llevar, ya que entre menos cosas llevas, más recuerdos y regalos puedes traer de tu viaje.

Imagen CC: Shena Tschofen

Imagen CC: Shena Tschofen