En Chile, el norte y el sur son paisajes y aventuras diametralmente opuestas, en una podemos ver la soledad del desierto, mientras que en otros, las lluvias infinitas y el rocío en los bosques. Norte y Sur son distintos, y por el verde tiende a privilegiarse más la belleza sureña. Aquí la idea es poder demostrar que el Norte Grande tiene los suficientes atractivos para convertirse en un destino elogiado. Y ojo, no hablaremos de la bella ciudad de Iquique, el desarrollo de Antofagasta o la maravilla del Lago Chungará (que amerita otra entrada).
1. San Pedro de Atacama y Machuca.
2. Humberstone y Santa Laura
La historia epopéyica de nuestro país tiene un importante episodio en el Norte. En las pampas salitreras, el oro negro de antaño, se pueden apreciar por cerca de $3.000 la oficina Santiago Humberstone y Santa Laura, a escasos 45 kms de Iquique. Es un museo al aire libre con las casas, el teatro, el sector industrial y residencial, la plaza y la iglesia, tal cual desde su abandono en 1960. Pueblos fantasmas que permiten interactuar con la vida de los mineros del Chile del siglo XX.
3. La Tirana, Pozo Almonte y la Huayna
Tres pueblos hundidos en la ruta del desierto, cuyas esperanzas se remiten a la observación del horizonte y buscar nuevos senderos en Iquique o Calama. Es interesante contemplar cómo las plazas de la ciudad han sobrevivido a los años, manteniendo las iglesias en relativamente buen estado, junto a un par de hoteles y comercio de frutas y verduras. La Tirana, por otro lado, brilla con luces propias con su majestuoso templo que alberga una de las festividades religiosas más importantes del país.
4. Chuquicamata
En las afueras de las alturas de Calama se encuentra la mina a tajo abierto más grande del mundo, el tesoro de Chile. La mina, una colosal estructura subterránea que se puede ver e ingresar en tours, permite también observar el actual pueblo fantasma de Chuquicamata, donde residían los mineros en precarias condiciones, y que aún se mantiene ilegalmente ocupado por algunas familias.
5. El Morro de Arica
En los límites de Chile, se encuentra el ícono de la Guerra del Pacífico, con la Toma del Morro de Arica, que cuida y protege a la ciudad. A escasos kilómetros de la ciudad peruana de Tacna - el paso fronterizo más frecuentado del país - Arica al parecer se queda dormido hace décadas sin inversión privada ni pública... hasta ahora. Proyectos como el casino, un nuevo estadio y mejoras en la costanera permiten ilusionar a los ariqueños. Las vistas del Morro son espectaculares y permiten observar a la distancia los caminos perdidos entre el desierto y el Valle de Azapa. Por el otro lado, se pueden ver los nuevos balnearios artificiales que no tienen nada que envidiar a las mejores playas del país.
6. Pica y Matilla
Siguiendo por la ruta del desierto, llegamos a los oasis de Pica y Matilla. El primero presenta la particularidad de los limones de pica, elemento sustancial para un buen pisco sour, además de vender jugos naturales excéntricos, visitar la cuidada plaza de la ciudad, y bañarse en las cálidas aguas de la Cocha. Por otro lado, su vecina Matilla, más humilde y silenciosa, presenta una de las iglesias más grandes del Norte, cuya estructura y estampa llaman sin duda la atención de los visitantes.
7. Hornitos
Cerca de la humilde ciudad de Tocopilla, a kilómetros de Mejillones y a 90 kms de Antofagasta, se encuentra esta playa conformada por erosiones del viento que imitan los colores de la célebre Portada de Antofagasta. Es una playa extensa y ancha, en la que las aguas cálidas, el mar turquesa y los murallones de piedra en sus costados, la configuran como una de las nuevas maravillas del país. Sector que aún no desarrolla su potencial turístico, y por tanto, digno de admirar, sorprenderse y vivirlo.
Estas 7 sorpresas claramente pueden unirse a muchas otras, como el mencionado Chungará, los pueblos de Putre y Parinacota, las ciudades principales del Norte Grande, la caminatas por el desierto, las rutas astronómicas, y mucho más. El Norte tiene muchas más perlas y sorpresas que las que siempre recordamos.