Existen hábitos, costumbres y prácticas que, definitivamente, van cambiando de acuerdo al país en donde nos encontremos, pero también existen tradiciones y maneras de hacer las cosas que nunca cambian, y una de esas es como se hacen los asados en Chile. A lo largo de mi vida he asistido a cientos de ellos, y aunque las personas o los motivos de su realización si varían, lo que es siempre igual es la forma de reunirse en torno a un apetitoso trozo de carne. Por eso acá les dejo 10 lecciones que aprendí, y por cierto disfruté, en un asado a la chilena.
1.- Cuando hay fútbol, se instaura el día nacional del asado
Si existe un día en particular en donde todos los chilenos hacen un asado, ese día es cuando juega nuestra querida selección chilena de fútbol. Porque el fanatismo traspasa fronteras, supera diferencias y llega a las parrillas de la mayoría de los hogares en Chilito.
2.- A los hombres les nace el D.T. que llevan dentro
Si juega la selección nacional, todos exigen verlo al rededor de un asado. La verdad, no lo tengo muy claro aún, pero si me he dado cuenta que existe una magia especial en este ritual que se da en Chile, ya que a los hombres en un asado les sale el D.T. que llevan oculto. Que Sánchez es malo, pero luego del gol, es el mejor, que hay que cambiar a Medel o que hay que mandarle saludos a la mamá del arbitro. Todos tienen su libreto preparado y aprendido porque todos son técnicos y todos saben más de fútbol que el del lado, aunque estén junto a Pelé.
3.- Todos tienen la mejor receta
"que hay que agregarle un poco de cerveza", dijo el tío Andrés, "que mejor le pongan vino", dijo la abuelita María, "o no que mejor solo la cocinen con sal", dijo el papá. Porque cuando hay un asado todos tienen su propia receta de como cocinar la carne y como se debe adobar, todos dan sus tips y opiniones, pero sólo uno decide y se adueña del asado, el macho alfa de turno y sus amigos (los secuaces).
Imagen CC. Juan Carlos Pachón
4.- Las mujeres siempre tratarán de hacerlo un poco más light
Sí, el asado es con carne da lo mismo el tipo de corte, pero debe llevar carne y uno que otro complemento como pollo, longanizas, chorizos, etc. Pero al calor del verano y, según lo que dicte la dieta de turno, las mujeres siempre tratarán de incluir algún producto un poquito más sano, pero ojo, no por eso menos rico, como el pimentón asado, los champiñones, choclos o cebollas a la parrilla. Tímidamente, querrán ponerlo en un costado del asado, casi pensando que nadie notará que están allí. Bueno, habrán muchos que aceptarán la propuesta y otros simplemente te mandarán con tus vegetales a la punta del cerro.
Imagen CC. Francisco Schmidt
5.Se come más mientras se hace el asado, que una vez que esta listo
El concepto de "picotear la carne" se creó en Chile y se refiere a comer o probar la carne mientras se cocina a la parrilla, pero créanme, entre prueba y prueba, se come más mientras se asa que una vez que esta lista.
6.- Las hamburguesas no califican
Si alguna vez escucharon hablar de las barbacoas en los Estados Unidos y pensaron que era el símil de los asados en Chile, créanme que se equivocaron medio a medio. Porque las barbacoas suelen hacerse con hamburguesas y eso, acá en nuestro país, no califica ni siquiera como aperitivo. Porque los asados a la chilena, en la parrilla, incluyen carne, con carne y... más carne.
7.- Es la excusa perfecta para reunirlos a todos
Para celebrar un cumpleaños, un bautizo, una "pagada de piso" o un reencuentro con compañeros del colegio, cualquier excusa es la indicada para reunirse en torno a un asador, más aún si es un asado típico chileno.
Imagen CC. Gonzalo Valenzuela
8.- No puede faltar el vino
Estamos en Chile, es imposible no disfrutar de un buen trozo de carne sin un buen vino. Porque nuestro país es conocido como uno de los mejores productores de vinos, y una de las mejores formas de degustar esta bebida es con una buena porción de carne "en su punto" (la verdad ese punto depende de cada uno). Sí prefieres la carne en medio punto, a punto, o cocida, da lo mismo como la comas, mientras sea con un buen vino chileno.
Si estás de expatriado o estudiando/trabajando en el exterior, el vino chileno se convierte en un tesoro y se saborea de otra forma.
9.- No pueden faltar las ensaladas
Ningún asado que se preste de tal, se puede llamar asado sin las típicas ensaladas, porque acá, la ensalada de lechuga, las papas con mayo, o nuestra reina indiscutible, la ensalada a la chilena (tomate con cebolla) son infaltables.
10.Siempre hay espacio para un comensal más
En un asado a la chilena siempre hay espacio para un comensal más, porque es típico y siempre pasa, que el primo llegó con la polola nueva, que la princesita de la casa invitó a la vecina a jugar y se quedó a comer, o que la tía Anita llegó de improviso. Da lo mismo todo, porque llegue quien llegue, siempre habrá espacio para uno más en la mesa.
Existen mil maneras de asar un trozo de carne, pero solo una forma de hacer un asado a la chilena. Porque no hay formulas, recetas ni reglas establecidas, pero si mucho cariño y entusiasmo. Porque, un asado a la chilena, es más que juntarse a comer carne, es la propuesta ideal, para reunirse, reírse, apoyarse, quererse y demostrarse que los amigos y familiares siempre estarán ahí para ayudarse entre sí. Bueno y que mejor que hacerlo que entorno a una deliciosa parrilla en donde alcanza para todos y más.
Portada: Imagen CC MaxBesser