Berlín es sin lugar a dudas una de las ciudades que han sido protagonistas de nuestro mundo. Berlín tiene una historia que contar en cada esquina, sea una conversación de hace quinientos años o una charla que no dista más allá de una década. La capital alemana, ciudad de osos, parada sobre un pantano, tierra infértil y movediza, ha sabido sobrevivir una vez, otra vez y otra más a imperios, ideologías y murallas. A continuación, una lista de 10 imperdibles de qué hacer en Berlín, que recuerden su historia, presente y futuro:
- Cruzar la puerta de Brandemburgo: Una postal clásica y absolutamente infaltable de nuestra visita es recorrer la historia y cruzar la puerta de Brandemburgo, un ícono de la ciudad y una arquitectura asombrosa que recuerda las marchas triunfales en distintas centurias del pueblo alemán desde 1791.
- Visitar el Reichstag: Si te preguntas qué hacer en Berlín, el Parlamento Alemán, diseñado desde una arquitectura moderna e innovadora, invita a todos los visitantes a recorrer su cúpula sin costo (pero con una alta inversión en tiempo, ya que se debe reservar de manera anticipada), pudiendo observar desde la transparencia de su piso y ventanas tanto el mismo palacio como los alrededores del centro de Berlín.
- Caminar por el Tiergarten: Si Nueva York tiene su Central Park, Berlín tiene en sus jardines una belleza exuberante que es verdaderamente el pulmón de la ciudad. Con sus hectáreas cubiertas de árboles (y nieve en invierno) y la vista al final de la calzada de la Columna de la Victoria, que recuerda los triunfos del imperio prusiano.
- Comprar en el Sony Center: Berlín combina con perfección el arte clásico con la innovación arquitectónica. Sin duda que Sony Center, con su techo multicolor e iluminado con un juego de luces increíble domina las noches, con una buena comida para todos los gustos y cercano a tiendas internacionales para todos los precios.
- Ingresar a la Isla de los Museos: Un qué hacer en Berlín imprescindible es La Isla de los Museos, ubicada cerca del centro de Berlín, en el barrio Mitte, tiene el gran atractivo de reunir tres grandes museos que son reconocidos a nivel internacional, entre ellos, la visita al Museo del Pérgamo es obligatoria, con réplicas y originales de alfombras persas, el pérgamo, la muralla de Mesopotamia, y muchas otras más. Si te gusta la historia, este es tu museo.
- Escuchar la Filarmónica de Berlín: En la plaza Bebelplatz, reconocida por la lamentable quema de libros en el periodo nazi, esporádicamente se reúne la filarmónica de Berlín a estrenar conciertos gratuitos a la comunidad. Averigua las fechas y no dejes de perderte esta maravilla auditiva.
- Subir a la Torre de Comunicaciones: Por 12 euros puedes encumbrarte al edificio más alto de Berlín, la Torre de Comunicaciones, o llamada originalmente, Fernsehturm, un émbolo de la Berlín oriental, símbolo del poder soviético y de la importancia de las comunicaciones.
- Recorrer el Muro de Berlín: Adentrándonos en la historia reciente, si bien el Muro rodeó y dividió a Berlín por décadas – se encuentra marcado el muro en todas las calles de Berlín por donde estuvo erguido – existe en la zona este, la famosa East Side Gallery, un recorrido al aire libre bordeando el río, 1.316 metros de arte callejero, entre los que se incluyen graffitis y grabados como expresión artística y cultural de lo vivido en dicho periodo. Seguro que reconoces más de una pintura.
- Horrorizarse con Saschsenhausen: Si hablamos de historia, cómo no adentrarse en lo que fue la época oscura de la II Guerra Mundial y sus años precedentes. A 30 kilómetros de Berlín, se encuentra uno de los campos de concentración más importantes del periodo nazi, si bien fue considerado como un campo de trabajos forzados, igualmente se cometieron las mismas atrocidades que en los otros campos, existiendo torturas, ejecuciones y experimentos. Puedes visitar el campo, cómo dormían y comían, cómo trabajaban, y como impacto final, el hospital que está igual a como fue abandonado.
- Comer Currywurst y cerveza: Cualquier viaje a Berlín es incompleto si no se come la especialidad gastronómica de la casa: los currywurst y sus amplias variedades (salchichas o chorizos con kétchup y curry), los que pueden ser acompañados por unas ricas papas fritas. Si bien la comida berlinesa no goza de alta reputación ni fineza por ser un centro de constructores alemanes que necesitaban platos grandes y calóricos, no dejen de probar los schnitzel, la col, los boulette, y de postre los kuchenes. Y cómo no, tomar cerveza en uno de los muchos clubes de la capital.
Si bien en la lista hay solo 10 lugares imperdibles de Berlín, perfectamente podrían ser muchos más, ¡es que es una ciudad que ha replanteado su esencia profundamente! Desde los bárbaros, germanos, los triunfos del imperio prusiano, la unificación alemana, el periodo nazi, el Muro de Berlín, y su protagonismo en el Euro, hacen de muchas ciudades y épocas en una misma ciudad. Qué hacer en Berlín es una pregunta que puede tener innumerables respuestas: la catedral católica, la catedral luterana, la icónica Alexanderplatz, los callejones del barrio judío de Kreuzberg, la Topografía del Terror y el Monumento a los Judíos, el museo de la diáspora (de los más completos del mundo), los cruces por Checkpoint Charlie y los callejones bohemios de Dead Chicken Alley; la riqueza de Charlottenburg o las plazas de Gendarmenmarkt, son distintas caras de Berlín. ¡Vas a querer ir ya!