Viajé al Archipiélago de las Islas Galápagos, en Febrero de 2014. Me acuerdo que al llegar al aeropuerto de la Isla Baltra, me hicieron un control exhaustivo, para verificar que no llevara nada de origen animal o vegetal. Al llegar, tuve que pagar un importe por entrar al Parque Nacional de la Isla Santa Cruz, que forma parte de Galápagos. Con esta tasa, me designaron un guía para visitar los parques y las playas.
Me hospedé en el Hotel Palmeras, que cuenta con una muy buena atención, incluye servicio a la habitación y desayuno buffet. Disfruté del excelente clima soleado y de la piscina. Hay que mencionar que éste y otros hoteles están lejos de las playas. Aproximadamente a unas dos horas. Visité la playa Bay, que tenía un mar muy torrentoso, pero muy cristalino, donde se podía apreciar a las tintoreras ( tiburones bebés ) comiendo algas. Caminé 15 minutos más y encontré otro brazo de la playa donde pude nadar y ver desde muy cerca las iguanas marinas, lagartijas y toda clase de bichos.
Fui al restaurante El Chocolate, que se encontraba a cuatro cuadras de mi hotel. La comida era muy rica, pero muy cara. Un menú básico costaba alrededor de 20 dólares, por lo que es muy recomendable llevar alimentos enlatados y agua, si tu idea es ahorrar. Otra alternativa más económica es el Mercado, donde no sólo puedes disfrutar de la comida, sino que también puedes mirar otro tipo de animales como lobos marinos y pelícanos.
El Archipiélago y sus islas, es un lugar muy seguro. Donde puedes disfrutar tranquilamente, sin estar preocupado de un eventual robo. Los
niños juegan libremente en la playa o están estudiando en los colegios. La gente que vive en Galápagos es muy amable y siempre dispuesta
a ayudar a los demás. Galápagos es un lugar paradisíaco e imperdible considerado uno de los 10 mejores destinos del mundo.