Habíamos ido por lo menos cuatro veces a la Isla de Chiloé. Siempre es un gusto ver y disfrutar de toda la mística chilota: las iglesias, la arquitectura tan típica, los tejidos y las ferias, los curantos y exquisita gastronomía, las fiestas costumbristas...realmente la Isla tiene atractivos de sobra. El territorio es extenso, pero creíamos haber conocido lo más importante, hasta que un guía turístico en Puerto Varas nos consultó: ¿conocieron la pingüinera?. La pregunta nos dejó atónitos: ¿es una broma? ¿pingüinos en Chiloé? Nos juró que todo era verdad, que los podríamos ver en Puñihuil, en la costa noroeste de la Isla Grande, cerca de Ancud. Tomamos el riesgo y partimos. Él tenía razón, se trata de un monumento natural, frente a la caleta de pescadores donde vimos no uno ni dos, sino que varias decenas de pingüinos de Magallanes y de Humboldt. Además de otra cantidad de aves y animales marinos. La experiencia fue espectacular, a bordo de un bote que se arrienda para llegar a los islotes. Este rincón no será patrimonio de la Humanidad, pero representa la magia y evidencia de una belleza chilota que nunca se acaba.
Puñihuil: sorprendente pingüinera en pleno Chiloé
Publicado
por
Yael Benadava