Más de una vez nos hemos preguntado sobre nuestros orígenes, la gente que estaba antes de nosotros, y de cómo era la vida en tiempos pasados. Para poder responder ante esas dudas, es muy útil la experiencia y el estar presentes en lugares clave donde las personas pasaban sus días durante los milenios previos. Es por esto que junto con mi hermana y dos amigos más, nos embarcamos en una aventura de 2 semanas para recorrer el norte de Chile, Bolivia y el este del Perú, con dos misiones importantes, hitos en la odisea: visitar el Salar de Uyuni y la increíble ciudad Inca de Machu Picchu. Comenzamos.
Partimos un fin de semana desde Iquique, Chile, donde lo primero que realizamos fue buscar alojamiento, tardamos un par de horas ya que es una ciudad bastante concurrida por veraneantes, lo cual provoca que los hostales y hoteles estén en su mayoría llenos y los precios sean algo elevados. Nos quedamos en un hostal muy cercano a la playa principal de Cavancha por unos $10.000 CLP por persona (15 dólares aprox.), llamado Beach Hostel reiterando lo mencionado anteriormente, los precios no son los mejores.
Iquique tiene un borde costero hermoso, es una ciudad muy activa que posee diversos lugares turísticos perfectos para una buena postal, la comida es basta y existen muchos restaurantes en el lugar, para todos los gustos y bolsillos.
Compramos con anticipación el boleto para Oruro, Bolivia, costando $5.000 CLP (8 dólares aprox.), el cual puedes conseguir en el barrio Boliviano, que queda en Esmeralda entre las calles Juan Martínez y Amunategui, cercano al terminal de buses; el cual partimos a las 19:00 horas, un viaje con muchas sorpresas ya que, por la hora, la aduana se encontraba cerrada cuando llegamos a las 23:00 horas y tuvimos que pasar la noche en el bus. Fue difícil conciliar el sueño a causa de las tormentas y claro, dormir en el bus no era lo mejor, pero era algo el cual debíamos acostumbrarnos ya que la mayoría de los tramos largos lo haríamos de noche en bus, durmiendo allí. Comenzábamos la verdadera aventura y ya podíamos sentirnos ansiosos de lo que estábamos a punto de vivir. Recomendamos leer estos tips para viajar horas en bus.
Pasamos la aduana muy temprano durante la mañana y ya nos encontrábamos en Bolivia, el cual se podía ver cómo cambiaba el paisaje. Luego de unas 3 horas más de un camino variado, llegamos a Oruro, un pueblo grande perfecto para descansar y comer, queda a mitad de camino entre La Paz y Uyuni, uno de nuestros grandes destinos. Los buses parten todos sólo de noche, a las 19 o 20 horas, llegando a Uyuni en la madrugada, algo que no vimos muy factible por lo que decidimos recorrer para ver otro servicio de transporte que nos llevara en un mejor horario. La búsqueda fue sencilla y conseguimos un excelente precio, 50 bolivianos (8 dólares aprox.) cada uno y nos íbamos de inmediato en carro, que se situaban a un costado del terminal (es fácil de reconocer estos tipos de taxi), así que continuamos.
Luego de 4 horas desde Oruro a Uyuni, con paisajes hermosos, llegamos a Uyuni durante la tarde e inmediatamente se podía sentir el gran ambiente cosmopolita del pueblo, el cual tiene de todo, buenos restaurantes, hostales, atractivos turísticos y servicios de tour para ir al salar. Conseguimos comprar el tour por 90 bolivianos, un buen precio ya que nos llevaba, comenzando en la mañana, al cementerio de trenes, luego a una feria artesanal donde podías comprar recuerdos, visitar el hotel de sal para finalmente quedarse un par de horas en el salar, todo con almuerzo incluido. Entre los acompañantes de la van que nos trasladaba, nos hicimos amigos fácilmente de ellos y pudimos disfrutar todos junto del paisaje y el reflejo del suelo que es simplemente espectacular. Cabe destacar que la estadía es barata, hay muchos hostales y logramos conseguir quedarnos por 25 bolivianos la noche.
Después de unos días en Uyuni, nos embarcamos hacia Copacabana, un viaje largo en bus donde recomiendo hacerlo de noche, lógicamente ahorrando el hospedaje y en la mañana del otro día ya estás tu destino, especial para ahorrar si andas en plan mochilero. Es importante saber que primero debes dirigirte a La Paz, los boletos los puedes conseguir por 70 bolivianos en un bus cómodo, y luego en la gran ciudad de Bolivia, tomas el bus por unos 40 bolivianos hacia Copacabana, el viaje dura 8 y 6 horas respectivamente, donde parten desde bien temprano. El viaje continúa con paisajes bellísimos donde no nos dejó de sorprender en ningún momento, comienzas a ver el lago Titicaca, el cual podrás notar fácilmente su inmenso tamaño.
Ya en Copacabana, un pueblo en orilla del lago, ¡no pararás de sorprenderte con todo lo que hay por hacer allí! Añadiendo sus buenos bares y restaurantes donde el precio es excelente, realmente ya estábamos convencidos de lo barato que es Bolivia que hasta ese entonces, jamás gastamos más de 25 bolivianos cada uno por noche, unos 3 o 4 dólares por quedarnos. En este pueblo, comes hasta quedar satisfecho por 30 bolivianos y con gran variedad. Nos quedamos en el hostal Puerto Alegre, a pocas cuadras del centro del pueblo.
Posterior a unos días en Copacabana, compramos un boleto para ir en barco a Isla del Sol, lo consigues por 15 bolivianos y el viaje dura 2 horas, debes estar preparado para estar durante ese tiempo aguantando la marea que puede traerte más de alguna complicación, y además de saber que la salida es en horario establecido: a las 8 de la mañana. Puedes dirigirte a la parte norte o sur de la isla, ambas son excelentes opciones y el lugar es simplemente fantástico, se mantiene mucho la cultura ancestral y sus playas son como para no marcharse jamás.
Al llegar debes comprar un ticket de turista, que cuesta unos 15 bolivianos y lo utilizan para mantener el cuidado de la isla, dicho boleto es obligatorio. La salida de la isla también es en horarios establecidos y es mucho más cara, unos 35 bolivianos por persona en salidas a las 8, 10 y 13 horas.
Lo pasamos excelente, Bolivia resultó entregarnos unos paisajes que jamás habíamos visto, y realmente era todo muy barato, de vuelta en Copacabana ya estábamos listos para dirigirnos a Cuzco, Perú, con salida a las 18 horas por 95 bolivianos cada ticket, un viaje largo de unas 10 horas, pero bastante intrigante, pasando por la aduana que está a solo minutos de comenzado el viaje, para hacer una parada en Puno y finalmente llegar a la gran capital Inca.
Llegamos en la madrugada e inmediatamente comenzando el día pudimos conseguir un tour a buen precio, por 80 dólares en Chasquis Tour, consigues transporte ida y vuelta por van hasta hidroeléctrica, almuerzo, alojamiento y el ticket de entrada a las ruinas de Machu Picchu. Puedes buscar más agencias en el terminal o en la plaza de armas de Cuzco, hay precios económicos ideales para mochileros.
El trayecto es bastante emocionante, reconociendo que pasamos mucho susto por la gran altura en la que se ubicaba la ruta, lo angosto de las vías, las curvas y las condiciones climáticas que debíamos aguantar por unas 7 horas. Mucha atención en los horarios de las van, que suelen ser algo desordenados en la organización y se puede repetir algo similar en otras agencias, costó mucho a que nos acomodaran entre las van que estaban disponibles en ambos tramos y es por eso que no recomendamos la agencia mencionada.
Durante el atardecer llegamos a Santa Teresa, donde pudimos almorzar para luego ir a Hidroeléctrica, entonces debíamos comenzar la caminata de 3 horas a un costado de las vías del tren, y finalmente llegar a Aguas Calientes, el pueblo principal de Machu Picchu. Mientras caminábamos, el sol se ocultó y debíamos ir con linterna ya que realmente la visión era casi nula. La ruta no es cansadora, ya que no posee inclinación y el tren no pasaba a esa hora, por lo que fuimos tranquilos.
Estando en Aguas Calientes todo cambió, había demasiada gente y de todos los países, personal de la agencia nos esperaba en la plaza principal para llevarnos a un restaurant a comer, explicarnos sobre la subida a Machu Picchu y luego dirigirnos al hostal. La comida fue excelente y el hostal Pachamama era bastante cómodo y limpio, todo ok. El tiempo total desde Cuzco a Machu Picchu fue de 10 horas, bastante.
Nos levantamos muy temprano para comenzar nuestro recorrido a las 4:30 am, ya que nuestro guía estaría a las 6:30 am en la entrada de las ruinas, hora que lamentablemente no cumplimos ya que la subida nos costó bastante, unas escaleras muy empinadas donde importa mucho el rendimiento físico; tienes la opción de tomar un bus que te lleva en 10 minutos a la entrada por 45 soles, ahorrándote la caminata, versus las 2 horas de subida a pie, lo dejamos a criterio personal. Puedes leer mas información de la caminata pinchando aquí.
Y nuestra segunda misión ya está cumplida, las ruinas de Machu Picchu en todo su esplendor, algo bellísimo e impresionante que puedes recorrer y sorprenderte con una de las mejores obras de la humanidad.
Luego de un excelente paseo, comenzamos la caminata de vuelta, algo bastante agotador ya que habíamos gastado bastante energía, pero logramos llegar a la van en la hidroeléctrica que nos llevó de vuelta a Cuzco. Dicha ciudad es muy linda, para todos los bolsillos y con muchas distracciones, lo que más sorprende es la cultura ancestral que mantienen absolutamente en todos los rincones, vives el Perú absolutamente y la cultura Inca hasta la puedes sentir, ¡hay mucho para recorrer allí!. Nos quedamos en un hostal por 15 soles y puedes comer por un precio similar, hay muchos hostales cercano a la plaza de armas.
Después de unos días en Cuzco, comenzábamos nuestro trayecto para devolvernos a Chile, pasando por Tacna y Arica. Tomamos un bus en la noche por 70 soles que pasaba por Arequipa, para luego llegar a Tacna en un total de 16 horas. Ya en esta ciudad, bastante conocida, destaca los buenos precios para todo y poder hacer compras gastando poco, ropa que no superaba los 10 dólares en la mayoría de los casos. Llegada la noche tomamos un colectivo, que nos llevó cómodamente a Arica por 25 soles.
La aduana chilena es algo más lenta, pero llegar a Arica solo toma alrededor de una a dos horas (depende del tiempo de estancia en la aduana).
Arica es una bella ciudad perfecta para descansar y escapar de lo rutinario, es muy tranquila y sus playas son cálidas, perfectas para disfrutar de una buena tarde de verano.
Posterior a unos días, volvimos a Iquique donde finalizamos nuestro viaje, el cual nos llevamos muchas nuevas experiencias vividas, conocimos mucha gente de todo el mundo y vimos lugares preciosos de esos que quedan grabados para siempre, realmente es un viaje que toda persona debiera realizar.
Finalmente, menciono las siguientes recomendaciones que son realmente importantes tomarlas en cuenta:
- Lleva ropa para todo tipo de clima, el día en todos los lugares mencionados puede estar soleado para comenzar una intensa lluvia pasada la tarde. Aun así es importante que andes liviano.
- En Bolivia y Perú hay zonas para acampar en todos los lugares, pero los precios son similares a las hostales, por lo que queda a criterio personal, nosotros preferimos los hostales por el clima.
- Llevar dinero en dólares.
- Regatea todo en todas partes, y si, realmente todo, siempre podrás conseguir buenos precios hasta en el transporte. Puedes ver mas info pinchando aqui.
- El trayecto a Machu Picchu es pesado si no tomas el tren, asegúrate de estar más de un día en Aguas Calientes para que no te canses demasiado.
- Bolivia y Perú son países realmente baratos para viajar, Chile es más caro, importante a considerar para tu presupuesto.