Portada: Puerta al Palacio Gwanghwamun, Seúl
Viajar a Corea del Sur no es lo más sencillo del mundo, la lejanía y la barrera idiomática pueden hacerte retroceder, pero vamos ¡hay que atreverse!, estando allá pensarás como se me paso por lacabeza no venir. Cada viaje es diferente, pero si te animaste a viajar a Corea creo que una de tus principales opciones es probar la gran variedad de platos que tienen, buscar un templo budista, ir a una casa tradicional e ¡ir a un sauna!
Donde alojarse es una decisión vital, yo opté por un barrio universitario del que había leído buenas opiniones, principalmente porque está lleno de tiendas y lugares baratos donde comer y relativamente cerca de otros lugares de interés, Hongdae además, tiene línea directa con el metro al aeropuerto. Otra opción común para extranjeros es alojarse en el barrio de Itaweon que es la "zona extranjera" por decirlo de algún modo, ahí viven muchos extranjeros y encontrarás comida de diferentes países del mundo. Yo elegí un hostel porque viajaba sola y quería conocer gente, tuve la suerte de conocer a gente fantástica con la que puede hasta organizar salidas, si bien no es común toparte con muchos hispanohablantes la barrera del idioma pasa a segundo plano, siempre puedes comunicarte a señas e indicando lo que quieras.
Los primeros días me costo adaptarme un poco al olor (que proviene de la comida, utilizan mucho picante y el kimchi, la base de su alimentación, es muy fuerte) y a ubicarme dentro de la ciudad. Me perdí varias veces (el sentimiento de seguridad es tan grande que nunca tuve miedo o me preocupe) porque las calles son algo confusas, olvídense de la numeración, por suerte, casi todos los locales tienen wi fi gratis y mis momentos de poca orientación solo duraban minutos. Perderse en Myeongdong es toda una aventura, la cantidad de tiendas es para volverse loco y el número de turistas es algo caótico.
Una de las primeras cosas que hice al llegar a Seúl fue ir al Río Han, esté río atraviesa la ciudad y en sus orillas tiene dispuesto una gran variedad de parques y puntos de recreación, yo opté por arrendar una bicicleta (3 dólares cada media hora) para recorrerlo, que no te sorprenda ver a mucha mucha gente hacerlo y que te griten cuidado al pasar (o quizás fue solo a mí que iba lentamente recorriendo), es una manera rápida pero sin perder el encanto de caminar al lado del río y si andas con poco tiempo puedes abarcar más distancia.
Parque que llega a la Torre de Namsan, Seúl
Otro de los panoramas que todo mochilero debe recorrer en Seúl es ir a la Torre de Namsan, pero subiendo por el parque, la mayoría de los turistas sube directo en un teleférico y se pierden lo lindo que es el parque (si has visto la serie Sense8 es el parque que muestran en el primer capítulo cuando están en Korea), no te toma más de 2 horas subir y puedes disfrutar con tiempo de la torre y después bajar en el teleférico. Si subes la torre (sale alrededor de 8 dólares) tendrás unas vistas maravillosas de Seúl (si tienes suerte y esta despejado y sin mucha contaminación).
Diferentes tipos de Banchan (algo parecido a acompañamientos en las comidas)
En la comida es donde más valiente debes ser, los coreanos aman el picante y hay comidas deliciosas pero que te quemarán la garganta (si te gusta la comida mexicana ¡no tendrás ningún problema!). De todas maneras la variedad es infinita y tienes que si o si probar la comida en la calle, los carritos son muy higiénicos y muy baratos y tienen la comida de moda siempre a disposición (Algo bastante curioso de los coreanos es que les da por período con alguna comida, cuando yo estuve estaba de moda comer churros po ejemplo).
Ya sabes, agarra tu mochila y parte, si estás en Asia no dudes ni por un minuto es ir a Seúl, tendrás una aventura perfecta.