Para evitar unas vacaciones sedentarias, con mi pololo decidimos hacer un paseo infaltable para cualquier turista de la región de Los Ríos: un trekking al Parque Nacional Alerce Costero, más conocido como el "Alerce Milenario" o "Abuelo Alerce". Nombrado así por los 3.500 años de edad que tiene este arbol.
Partimos en auto desde la Ciudad de La Unión, lo que luego de casi 45 minutos de viaje por caminos en los que es mejor andar en camioneta, llegamos al Parque. El acceso más cercano al recinto es el de la ciudad de Corral que está a 19 kilómetros, pero desde la Unión hay excelente señalización y es prácticamente imposible perderse.
Ya en la primera guardería o Catrilelfu, nos informaron que el recorrido podíamos hacerlo sólos o con un guardaparques. Nosotros decidimos hacerlo solos con nuestra hija de seis años- es un excelente deporte para los niños y si bien es un trekking de alta dificultad, los senderos son seguros. Pero sea cual sea la decisión, el parque cobra entrada a los turistas, la que se tarifa en: Adulto nacional $2.500, adulto extranjero (incluye adulto mayor extranjero) $5.000, adulto en situación de discapacidad $1.500, niño nacional menor de 6 años gratis, niño nacional entre 6 y 18 años $1.500, niño extranjero $2.500, niño en situación de discapacidad gratis, y adulto mayor nacional (mayor a 60 años) $1.500.
Una vez iniciado el trekking, comenzamos a andar por senderos maravillosos.llenos de árboles nativos y con especies animales únicas en la región. En un inicio el guardaparques te cuenta lo que puedes encontrar, pero durante el camino encuentras paneles explicativos que te indican lo que ves en cada zona y los cuidados que debes tener, entre estos se incluyen gran cantidad y tipos de lagartijas, riachuelos de agua limpia y fresca además de alerces en crecimiento. Este parque único en nuestro país es reconocido por la gran protección de las especies endémicas ya que se cuenta que durante la época glaciar este lugar sirvió de refugio para la vida silvestre.
Y luego de tomar mil fotos y otras horas de caminata disfrutando cada rincón de los senderos, llegamos los tres íntegros al Alerce. Un árbol imponente que demuestra toda su majestuosidad. Según dicen los lugareños, son necesarias doce personas para poder rodearlo. Realmente es un lugar que entrega mucha paz y vale la pena el sacrificio para conocerlo y admirarlo.
Durante el camino de vuelta, que duró otras dos horas, pasamos por un puente colgante hermoso y senderos húmedos por los que hay que pasar con mucho cuidado para evitar el deslizamiento de la tierra y de uno mismo. Pero no todo es sendero y peligro, a mitad del camino de vuelta hay un claro lleno de alerces blancos. Se dice que están así por una maldición mapuche que lanzó un lonco años atrás debido a una pelea que terminó con una gran parte del Parque quemado.
Terminando el trekking uno llega al Mirador de Chaihuín al que puede subir con la compañía del guardaparques y es posible ver todo el Parque desde las alturas.
-Al ser un santuario de la naturaleza, lo único que se pide es evitar la contaminación de parque. Es decir, en nuestro caso, los desperdicios que dejó nuestra comida como semillas de frutas, servilletas u otros los dejamos en una bolsa para botarlos a la salida.
- En el Parque no hay dónde comprar nada. Sólo unos baños a la entrada. Por eso nosotros llevamos fruta fresca, sandwiches, jugos en caja y galletas.
- Cómo el camino es largo y la hidratación es muy importante, antes de salir llenamos una botella de 3 litros y la dejamos media hora en el congelador. Luego la envolvimos en un polerón y la metimos a una mochila. Esto mantuvo el agua fresca todo el camino e incluso nos sirvió para rellenar las botellas personales de cada uno.
- Al ser un parque no intervenido por el hombre, hay gran cantidad de insectos, por eso recomiendo el uso de repelente y también bloqueador solar para evitar picaduras y quemaduras innecesarias.
- Vestimenta: El camino es largo y tiene dificultades. Por eso deben usar ropa cómoda y zapatos de trekking antideslizantes, lentes de sol y gorros.
Todo el resto es disfrutar el paisaje y el viaje lo más que puedan, ¡no se van a arrepentir!