Lugar: Parque Cordillera Yerba Loca.
Actividades: trekking, cabalgatas, escalada en hielo, observación de flora y fauna, etc.
Servicios: zonas de camping y picnic.
Tarifa: 3 mil pesos por persona.
Moda o no, hace un tiempo atrás junto a un grupo de amigos nos propusimos practicar trekking. Lo primero era encontrar un lugar que cumpliera nuestras expectativas, es decir, una ruta más o menos exigente, extensa, de gran belleza natural, con montañas y esteros, y que por cierto, no estuviera muy alejada de Santiago. Luego de barajar varias alternativas, dimos con un lugar que, a todas luces, nos pareció perfecto: el Parque Cordillera Yerba Loca. Llegar hasta acá es relativamente sencillo, debes tomar la ruta G-21 camino a Farellones hasta la curva 15, donde se encuentra el acceso a este Santuario de la Naturaleza ubicado en los Andes Centrales.
Lo segundo: equiparse con lo justo y necesario. Nuestro objetivo era llegar hasta el final del recorrido, es decir, hasta los faldeos del imponente Glaciar La Paloma. Para ello, recorreriamos aproximadamente 20 kilómetros en ocho horas de caminata en constante subida, por lo que llevar demasiado peso evidentemente nos jugaría en contra. La idea era realizar el ascenso durante el día, temprano por la mañana, para luego descender por la tarde, armar campamento y pasar la noche en algún sector idóneo, por lo que era necesario contar con una carpa -en este caso para cuatro personas- sacos de dormir, colchonetas, una cocinilla a gas, alimentos, agua y equipo para trekking, básicamente bastones, zapatos outdoor y ropa cómoda y ligera para las caminatas en el día y más abrigadora para las heladas noches.
Ruta a La Paloma
Al llegar a Yerba Loca, lo primero fue registrarnos en recepción, y al cancelar la tarifa, nos hicieron entrega de un mapa del parque con todas las indicaciones y consejos. Luego nos internamos -en automóvil- unos cuatro kilómetros hasta el sector de Villa Paulina, el punto de partida de la expedición. Como llegamos al atardecer, decidimos acampar en este sector, que contaba con varios sitios para camping, baño, agua potable, mesas e incluso panchos para asados. Al día siguiente, temprano por la mañana, comenzamos la travesía, siguiendo una ruta bien marcada por la ribera este del estero Yerba Loca. La primera parte del camino es dificultosa y agotadora, ya que vas en constante ascenso, pero la ruta en algunos pasajes te da ciertos respiros al ser más plana, suficientes para tomar aire, beber agua y seguir avanzando, ya que el trayecto es largo.
Luego de dos horas de caminata aproximadamente, llegamos al sector de Hornitos, ideal para acampar ya que hay áreas más o menos planas para instalar carpas y vertientes de agua en los alrededores para abastecerse, llenar botellas y cocinar, además existen bajadas al estero para refrescarse y capear el calor en temporada estival. Debido a nuestra inexperiencia, llevamos más peso del recomendado, por lo que decidimos armar campamento en este sector. Acá aprovechamos de almorzar, bañarnos en el estero y continuar nuestra ruta sólo con lo necesario. Dejamos nuestras cosas -ya que muchas otras personas hacían lo mismo- y continuamos nuestro viaje.
Seguimos por la ruta, está vez muchos más ligeros, por lo que íbamos bastante más rápido, a pesar de que el camino casi en su totalidad es muy pedregoso, por lo que es importante ir con bastones de trekking y zapatillas outdoor. Luego de dos horas llegamos al sector de La Lata un valle más o menos plano y fangoso que marca la mitad del trayecto, y donde se pueden observar algunos animales, como caballos y vacas pastando, además de cóndores sobrevolando el lugar. Acá también existen zonas para armar campamento y hay bajadas al estero. Luego de unos cinco minutos de descanso, beber agua y reponer energías, continuamos el camino.
A menos de una hora de La Lata, llegamos hasta el imponente sector de La Cascada, una majestuosa caída de agua (al menos en verano), ideal para refrescarse, tomar fotografías y aprovisionarse de agua. Posteriormente, el sendero se vuelve mucho más dificultoso, ya que enfrenta una gran pendiente rocoza inevitable para continuar el trayecto hasta Piedra Carvajal, la siguiente parada. Este tramo sin duda es el más duro de la ruta, y requiere ser muy cuidadoso para no sufrir alguna caída.
Una vez superada la pendiente, podemos contemplar una amplia llanura con cierto verde en algunas zonas. Acá se encuentra Piedra Carvajal -a 3.280 metros sobre el nivel del mar-, un vetusto refugio de rocas donde se puede descansar del duro ascenso.
Después de tomar aire y comer un snack, continuamos el viaje. Lo siguiente fue cruzar el sector conocido como Campos de Marte, siempre por el lado oeste del estero Yerba Loca. Finalizado este punto, el sendero se pierde entre la montaña, por lo que es recomendado seguir la ruta por la ribera del estero. Tras unos 45 minutos de caminata, llega la gran recompensa, un majestuosos mirador con una vista de ensueño del Glaciar La Paloma. Meta cumplida. Lo posterior, la bajada, mucho más amena, demorándonos la mitad del tiempo que nos tomó el ascenso hasta regresar a Villa Paulina. Un trekking absolutamente recomendable.