Cuando decidimos ir a Ecuador, entendíamos que el país tiene 3 zonas importantes y muy diferentes entre sí: Selva, Sierra y Costa, por lo que planificamos lo que más pudimos para aprovechar el tiempo y la plata. Después de unos días en Quito y en las cercanías de la selva, tocaba visitar a la playa. Elegimos Canoa, porque viendo páginas y foros de viajes se veía como un buen lugar para conocer y descansar y, muy importante, era fácil llegar desde Quito, comparadas con otras ciudades playeras que quedan muy aisladas.
Como andábamos con poco tiempo, analizamos las opciones y la más prometedora era tomar un avión (100 USD ida y vuelta), que demora 30 minutos hasta Manta, la ciudad más cercana. La otra alternativa era tomar un bus que tarda entre 9 y 12 horas desde Quito, dependiendo de las condiciones de la ruta. Como teníamos problemas de tiempo nuestra opción fue tomar el avión y después un taxi hasta Canoa (45 USD), pero si andan con más tiempo y quieren gastar menos, les cuento que se puede llegar en bus desde Quito y Guayaquil, y el precio es de 11 y 9 dólares, respectivamente.
Después de un hermoso camino cubierto de tupida vegetación, plantaciones de café, chocolate y una muestra de los más emblemáticos paisajes tropicales, llegamos a Canoa. Un pequeño pueblo playero enmarcado por impresionantes acantilados por los costados, boliches y bares sobre la playa y el cálido océano Pacífico de fondo. Calles cubiertas con una combinación de tierra y arena, dan la impresión de un oasis al lado del mar.
Disfrutar de largas caminatas por la playa, surfear las agradables olas ecuatoriales, relajarse tomando un trago en uno de los muchos bares que miran al mar, son solo algunas de las actividades que se pueden hacer en Canoa, además de eso la oferta turística incluye cabalgatas, buceo, para los amantes de la naturaleza y la vida orgánica está la Granja Orgánica Río Muchacho, parapente, comer los platos típicos en las cocinerías del pueblo, todas muy buenas y baratas.
Todas estas maravillas se combinan con un clima privilegiado, donde te puedes quedar hasta el final de la puesta de sol en el mar o mirando desde la playa, tomando una cerveza o un mojito, sin sentir una pizca de frío. Sin embargo, al alejarse de la línea de playa, donde el viento marino ya no es tan fresco, el calor y la humedad pueden ser abrumadores, al nivel de no poder dormir debido al calor, por lo mismo, si quieren pasar una noche cómoda y despertar descansados, les recomiendo escoger una habitación con aire acondicionado, sin duda hará una gran diferencia.
Canoa es un paraíso del relajo, pasar una semana en el tranquilo pueblo, disfrutando de la tranquilidad, la excelente cocina de la costa de Ecuador, tomando clases de surf o simplemente bañándose en las tranquilas y tibias aguas del Pacífico, además del bajo costo de los arriendos y la comida, hará que empieces a considerar seriamente la idea de quedarte o por lo menos volver.