Mi idea inicial era estar una semana en Montañita, aprovecharía el sol, la playa y sus conocidas fiestas, siete días serían suficientes, pero la realidad fue muy distinta, terminé estando el triple del tiempo planificado y viviendo aventuras en Ecuador que en la vida normal te demoras dos años en realizar.
¿Qué fue lo que me atrapó?
Este pueblo tiene los días perfectos, comenzando porque te levantas con la temperatura ideal sin siquiera tener una sábana encima. Casi siempre hay sol y en todos lados está lleno de hamacas, en las que las horas se te pasan como si fueran segundos, igual que en la playa, donde puedes vivir la experiencia de uno de los mejores atardeceres del mundo en pleno Sudamérica.
Nuevos amigos y buena onda
La buena vibra reina en el lugar, es raro ver peleas, incluso en la noche después de varios tragos la buena onda sigue y cada minuto haces nuevos amigos de todas partes del mundo. Todos andan con ganas de pasarlo bien, recorrer y pasar una experiencia única como mochileros o viajeros con algo más de presupuesto. Las calles de Montañita son el mejor lugar, la música no se acaba y en las mismas calles puedes ponerte a bailar. !Toda una experiencia!
Te vas a querer quedar
Muchos jóvenes mochileros se quedan a vivir acá, los hostales son baratos y llenos de gente nueva todos los días, yo me quedé en el Hidden House Hostel y disfruté largos días tomando cerveza con mis compañeros de hostal. Hay tantos turistas que se puede vivir vendiendo de todo, conocí muchos argentinos que por las mañanas trabajaban como voluntarios en el hostal a cambio de alojamiento y comida y por las tardes vendían cosas en la playa, ¡siempre se puede hacer dinero extra y cumplir tu sueño de viajar a Ecuador una maravilla de Sudamérica!