Siempre dicen que las vacaciones se viven mejor entre amigos, o con tu pareja o, y en menor medida, con tu familia. Pero, ¿qué pasa con los que simplemente queremos desconectarnos de todo un rato? Viajar solos no tiene nada de malo, sobre a todo a lugares en los que podemos conocer más gente que ande en la misma que nosotros y así hacer nuevos amigos, en nuevos lugares, y que de vuelta del viaje no sólo te traigas fotos del lugar. Por eso te queremos presentar 10 de los mejores lugares a los que viajar solo por Sudamérica, para que el idioma tampoco sea un problema. Y con un selfie stick, las fotos tampoco lo serán.
Pucón: Para ver caras nuevas, no siempre hay que ir muy lejos. Pucón ya es una ciudad cosmopolita en épocas de vacaciones y está hecha para personas como tú, que está buscando lo que la vida le depare, sin grandes planes ni un itinerario armado. Llena de pubs, playas y un paisaje envidiable, Pucón ya es un foco turístico para el resto del mundo, así que saliendo un par de noches, ya se te va a olvidar que estás en Chile.
Buenos Aires: El supuesto París de Sudamérica también es una buena opción para recorrer solo, partiendo por sus famosas librerías. Después de todo, no es muy fácil leer acompañado. Además, la ciudad tiene grandes atractivos culturales y una conocida vida nocturna, en la que sin importar cuánto te esfuerces por no hacerlo, igual vas a terminar pidiendo fernet y cantando cumbias villeras, aunque les digas "visheras".
Cusco: Una de las ciudades más turísticas del mundo, está hecha para que siempre tengas algo que ver, hacer y disfrutar. Además de ser un paso obligado en camino a Machu Picchu, Cusco tiene sus propios atractivos, desde la arquitectura hasta los carretes, y siempre está lleno de turistas de todas partes del mundo, así que no cuesta nada sumarte a un tour para conocer tanto la ciudad como a nuevos amigos.
Montañita: Uno de los destinos favoritos de los sudamericanos, la ciudad playera de Montañita es un clásico al momento de decidir dónde pasar unos días para desconectarse de todo. Conocida por sus playas tan cálidas como su gente, y su ambiente relajado, es un lugar perfecto para entrar en sintonía con esa parte de ti mismo que quiere estar echado de guata al sol, y con todos los que quieren acompañarte.
Río de Janeiro: Un lugar en que la cantidad de brasileños y de extranjeros es casi siempre la misma a lo largo del año, cualquier día es bueno para irse a tomarse una caipirinha, o varias, mientras te bañas en sus playas, disfrutas de sus bares y, si tienes suerte, ves su famoso Carnaval en primera fila, mientras compartes con todos los nuevos amigos que tendrás después de hacer un par de brindis. Y si te portas muy mal, una visita al Redentor siempre ayuda.
Isla de Pascua: Otro destino dentro de nuestro país, de cierta manera. La Isla es un lugar perfecto para conocer no sólo a los clásicos Moai, sino también toda la cultura e historia isleña, y la mejor manera es escucharla de uno de nuestros hermanos nacidos allá, rodeado por turistas que llegan de todo el mundo a conocer los mismos secretos de una cultura milenaria, o sólo relajarse con una chela en la playa, lo que pase primero.
Salvador de Bahía: Otro destino dentro de Brasil, pero para los que quieren estar más tranquilos. Con largas calles de arquitectura colonial que recorrer, y playas mucho menos pobladas que las de Río, todo va a un ritmo más lento, pero no por eso aburrido. Después de todo, sabemos que algo tranquilo para estándares brasileños sigue siendo muy prendido.
Bogotá: Colombia ha cambiado mucho, y su capital también, convirtiéndose en un centro turístico y amigable para todos los que quieran conocer una ciudad cosmopolita, llena de cultura y gente bonita como sólo Colombia sabe hacerlas. Y si bien están los que todavía quieren pintar al país como un lugar inseguro, con una sola caminata por sus calles y plazas, rápidamente se darán cuenta de que la única opinión importante es la de ustedes.
Cuenca: Quizás la más desconocido de la lista, esta ciudad ecuatoriana está llena de secretos escondidos, aunque los más interesantes salten inmediatamente a la vista, por algo su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Ya que fue la cuna de importantes artistas latinoamericanos, está llena de atracciones culturales, como museos, bibliotecas y galerías de arte, para recorrer por días sin aburrirte.
Punta del Este: La ciudad más turística de Uruguay, también es una de las más hermosas. Conocida por sus playas y su vida nocturna, no hay un momento para aburrirse, ya sea visitando el club de yates y los casinos para sentirte como una celebridad, o la isla Gorriti y la famosa mano que nace de la arena, para relajarte bajo el sol. Una ciudad donde siempre hay algo que hacer, y siempre alguien con quien compartirlo.
¿Sientes que nos faltó alguna? ¡Comenta y cuéntanos cuál es tu ciudad favorita para viajar solo por Sudamérica!