Cuando con mi pololo por fin nos fuimos a mochilear solos por primera vez, nos dimos cuenta de que no teníamos idea de qué tipo de pareja mochilera éramos.
¿Nos interesaba pasar la noche escuchando como alguien que habíamos conocido hace dos horas nos emocionaba tocando en la guitarra canciones de nuestra adolescencia?
¿O preferíamos irnos de fiesta, bailar reggaetón y despertar con resaca? ¿Quizás nos gustaba más la idea de conectarnos con la naturaleza de alguna forma romántica y hippie?
Había muchas opciones y decidimos probarlas todas en nuestra corta estadía en Pisco Elqui.
Así fue que caminamos desde la plaza de armas del pueblo donde nos dejó nuestro bus hasta la calle Prat, donde hay algunas tiendas y restoranes. Ahí se encuentra Rancho Rodríguez, el camping de los campings tanto en tamaño como en servicios que ofrece. A $7000 por persona incluye electricidad para cada carpa, parrillas, baño con agua caliente, techos y carrete con música en vivo.
Instalamos nuestra carpa bajo uno de los tantos techos de bambú disponibles y empezamos a ver cómo el lugar se llenaba de autos. De esos autos salía gente y esa gente prendía el fuego, los parlantes y armaba sus carpas. En un par de horas el lugar estaba lleno.
A eso de las tres de la tarde el camping se había convertido en una fiesta general, los melones con vino y los vasos con pisco de la zona pasando de mano en mano.
Al atardecer alguien prendió una fogata enorme en el medio del predio. Parecía uno de esos fogones que invitan a que pasen cosas increíbles alrededor de ellos. La temperatura de noche baja mucho en el Valle del Elqui por lo cual acercarnos al fuego no sólo fue una elección, sino una necesidad.
Unas horas más tarde y ya la diferencia entre un Pisco Los Nichos y una Escudo no parecía tan grande. Las canciones del momento no paraban de sonar y nosotros de bailar pero después de haber pasado la noche anterior durmiendo en un bus decidimos volver a nuestros sacos de dormir para poder por fin descansar un poco.
Un poco se queda corto. Al día siguiente nos despertamos a la una del mediodía con ganas de hacer nada y un bagaje de muy buenos recuerdos de la noche anterior. Y también un poco de resaca, claro, porque no se toma Pisco Los Nichos en grandes cantidades sin que haya repercusiones.
Así que pasamos toda la jornada tirados al sol, curando la resaca con cerveza y pollo con arroz hechos en nuestra cocinilla sobre una mesa de las tantas que hay disponibles en Rancho Rodríguez, porque para cocinar siempre hay entusiasmo en la vida del mochilero.
Fue un día de descanso necesario pero como buena viajera empecé a sentir la necesidad de conocer más de Pisco Elqui. Decidimos pasar una noche más en el Rancho (sin tanta fiesta) y al día siguiente buscar nuevos horizontes y propuestas novedosas. O simplemente un camping que no estuviera lleno de gente con ganas de carretear.
Así que al día siguiente empezamos a caminar. Una amiga nos había dicho que existía un lugar muy lindo con la palabra ángel en el nombre así que no fue difícil encontrarlo: El Refugio del Ángel es uno de los campings más lindos que conozco.
Se trata de un lugar totalmente distinto a Rancho Rodríguez: no hay lugares delimitados para las carpas, hay a duras penas un lugar para prender un fuego y poca agua caliente pero el terreno está a los pies de un cerro y es cruzado por un arroyo. No hay electricidad, así que las noches son muy oscuras, ideal para disfrutar los cielos del Valle del Elqui.
En temporada alta se paga $8.000 por persona, $7.000 en temporada baja.
Y así fue que de un día para el otro nuestro viaje dio un vuelco: subimos el cerro, nos bañamos en el río, cocinamos sobre un fuego que hicimos en la tierra, no en nuestra cocinilla… Casi que no teníamos mesa, pero nos la arreglamos con unos troncos. Cuando bajó el sol nos acostamos sobre toallas en el pasto y miramos para arriba. No se escuchaba ningún sonido.
Así que ahí está la respuesta: no hay respuesta. Para cada momento del viaje hay que buscar un lugar (en este caso, un camping) que sea acorde a lo que se está buscando.
En el caso de que viajen a Pisco Elqui, la solución es fácil: para carretear Rancho Rodríguez, para conectarse con la naturaleza, El Refugio del Ángel.
Para más información acerca del Refugio del Ángel visita su sitio web y para más data de Rancho Rodríguez conoce su página de Facebook.