2 de febrero de 2015, un día difícil de olvidar porque desde ahí por más de 15 días vivimos una aventura muy enriquecedora en la que conocimos lugares increíbles y además pudimos dejar atrás esa rutina que a mis amigos y a mí nos estaba carcomiendo.
Así que partimos a Brasil en época de carnaval de Río de Janeiro, algo que hasta ese momento solo habíamos visto por televisión. Una de las personas con las que viajé es mi amiga hace varios años y nos debíamos una salida de este tipo hace tiempo, por lo que teníamos el itinerario de viaje súper claro desde hace meses, buscamos opciones de alojamiento mediante Airbnb (100% recomendable, es mucho más barato que irse a una hostal tipo Che Lagarto).
Decidimos recorrer tres destinos en nuestro viaje, partiendo por Paraty, un pueblo lleno de cultura (Un ejemplo en Chile sería el barrio Lastarria) con un centro histórico repleto de bailes, cafés y buen carrete (en realidad, todo Brasil tiene buen carrete). Dentro de todo fue el sitio donde estuvimos más tranquilos. Ahí llegamos a la casa de Gustavo, un espacio abierto, gigante y muy ordenado que se encontraba en el sector “Cabore” y que lo cruzaba un riachuelo precioso. Paraty se preparaba para los aires de carnaval, así que era super común toparse con grupos ensayando para el gran evento. En este pueblo contratamos a un guía turístico “Joao” parte de la empresa Terra Brasil. Con él partimos a recorrer unas “praias” increíbles, nos bañamos en reservas naturales, comimos rico frente al mar y nadamos hasta que empezaban las lluvias. Todo un día guíado por un experto de la zona.
Por las noches nos íbamos a la Praia de “Pontal” playa que se lleva el premio a las caipiriñas más ricas que probé en todo el viaje. Ahí decidimos probar bañarnos de noche y por supuesto seguir disfrutando de comidas sabrosas y tragos inigualables.
En época de carnaval los precios en Brasil se disparan, todo cuesta el doble (pero tampoco es tan terrible). Por ejemplo en temporada baja la noche en un hostel cuesta unos 8 mil pesos. En febrero pagas 15 aprox. Por ejemplo pasar a una cafetería en Paraty en esa temporada tiene un valor similar al de cualquier café de Providencia pero les digo que probé unos dulces que todavía echo de menos. En cada “pasaje” se instalan unos carruajes blancos llenos de delicias. Esto por 5 reales (1.250 CLP aprox). Por ejemplo si te vas de tour a pie y la casa u hostal donde te estás quedando tiene dispensadores de agua con filtro, llévate tu botella, me tocó toparme con botellas de agua de 500cc que costaban más de $1.000 y para la cantidad de hidratación que se requiere por allá no tiene sentido comprar tantas botellas si puedes reciclar.
Si tienes algún viaje presupuestado con amigos, yo eligiría Brasil al menos una vez más. Reconozco que aunque andes "pegoteada" practicamente todo el día, no hay nada que no se pueda solucionar a dos pasos de una playa y probando frutas exóticas o visitando la playa de Jabaquara. Además nos tocaron brasileros muy buena onda, cuando se daban cuenta que eramos chilenos nos trataban super bien, diciéndonos que en Chile, las personas somos "molto bellas".