Quizás muchos son los que han viajado a la vecina ciudad de Mendoza, por distintos motivos: atraídos por sus ofertas en libros y vestuario, por su gastronomía, por sus termas o simplemente por su cercanía con Chile; pero esta localidad argentina tiene un atractivo alucinante en paisajes, en historia y en cultura: me refiero al tour de Alta Montaña.
Este circuito turístico, que permite conocer la ciudad de Mendoza desde las altas cumbres, está disponible en toda época del año, pero es sin duda en los meses de invierno donde a mi juicio se vuelve más atractivo, ya que puedes observar las montañas nevadas y si corres con un poco de suerte disfrutar un momento en el centro de Sky y jugar con la nieve; pero más adelante les detallaré mi experiencia en este tour.
Para contratar este circuito lo pueden hacer a través de las diferentes agencias turísticas de la ciudad de Mendoza o consultar en el sitio que se estén alojando, en mi caso fue a través del hotel donde me quedé durante ese fin de semana "Providencia Apartments", ahí ellos hicieron el contacto y contratamos el tour que sale entre $300 y $500 pesos argentinos, un poco más o un poco menos dependiendo de la agencia y los servicios que incluyan.
El tour comienza cerca de las 06:00 AM cuando un minibus, o combi como le dicen los hermanos argentinos, te pasa a buscar a tu hotel, claro este horario puede variar un poco si eres el primero o él último en pasarte a buscar, como verán fui una de las primeras. Me subí media somnolienta aún con mis amigos, y unos matrimonios de la ciudad de Santa Fe, que también tomaron ese tour, la guía se sorprendió de ver a chilenos en el grupo, nos comentó que es recorrido más bien de turistas nacionales, pero que cada día toma más fuerza entre los extranjeros.
Comenzamos el recorrido y tomamos la carretera que nos llevaba aparentemente devuelta a Chile, y la primera parada fue a un costado de la vía para indicarnos hasta cuantos metros sobre el mar subiríamos, si teníamos suerte y el camino lo permitía llegaríamos sobre los cuatro mil al Cristo Redentor, pero no goce de tanta, así a pocos kilómetros de toparnos con la frontera de nuestro país retornamos a Mendoza.
Nuestra segunda parada, más oficial fue en la localidad de Uspallata, donde adquirimos los zapatos de nieve, que debíamos usar para el recorrido de alta montaña y el trekking que realizaríamos por aquellos paisajes, luego pasaríamos a devolver estos equipos y podríamos comprar artesanías y recuerdos del lugar desde los $15 pesos argentinos aproximadamente; ya equipados continuamos el viaje.
Llegamos hasta las cercanías del Puente Picheuta, es un puente colonial de piedra que atraviesa al Río del mismo nombre, con sus aguas heladas y cristalinas; recuerdo que uno de los comentarios de la guía fue que si bebías de él o te atrevías a meterte rejuvenecías un par de años. Luego de atravesar una serie de túneles a lo largo de la ruta, donde cada vez que pasábamos bajo uno nos hacían aplaudir por cabala según ellos, observando casi paralelamente al camino los largos puentes de hierro del antiguo Ferrocarril Trasandino, se arriba a "Polvaredas" y "Punta de Vacas", importantes lugares para la historia del pueblo argentino; lo particular del lugar es que desde ahí se puede divisar el cerro Tupungato, el más que posee Argentina y que alcanza los 6.800 metros de altura.
Siguiendo el recorrido se llega Los Penitentes, que alcanza los 3.194 metros sobre el nivel del mar, la nieve por fin, lugar donde luego de una pequeña contextualización histórica puedes por fin disfrutar de la nieve, y recorrer el lugar; y en caso de que muchos de los turistas lo quieran y si el complejo está abierto subirte a los sky y lanzarte por las pistas; lamentablemente no fue una opción en este viaje.
Para mi la próxima parada es la más hermosa de este circuito me refiero al Puente del Inca, incluso cuando vas llegando a Argentina por carretera lo puedes apreciar, es una formación geológica declarada monumento nacional, se dice que por este camino pasaban los viajeros y ejércitos entre ambos países; posee un color particular, un tono ocre con pigmentos verdes, rojos y amarillos, debido a las aguas termominerales que circulan por él. También se pueden apreciar las construcciones con las piletas de aguas termales, pertenecientes al pabellón de baños que poseían habitaciones del "Hotel Puente del Inca" que fue construido en 1925 y lamentablemente fue destruido casi por completo por un fuerte alud en 1965. Solo quedó en pie "La Capilla", un templo religioso edificado desde 1902.
Finalmente llegamos a pequeña localidad de Las Cuevas, a escasos kilómetros de nuestra frontera, donde almorzamos en uno de los restaurant de la zona, un menú que promete lo que ofrece, pero no es de las mejores gastronomías que se puede encontrar ahí en Mendoza.
Personalmente, creo que es un tour lindo, atractivo, y recomendable en muchos de sus aspectos; pero si están pensando en un circuito de turismo aventura no es lo que van a encontrar aquí sino que una linda experiencia y muchos paisajes, y por sobre todo grandes recuerdos y cultura trasandina. Igual si se animan podrían comentar su experiencia y quizás gozan de más suerte y los llevan al Cristo Redentor u otros lugares.