Todos los que hemos visitado Holanda, o los que planean hacerlo, ponemos en nuestro diario de viaje como punto fijo para recorrer a los famosos molinos de viento. Y el sitio para recorrerlos es Kinderdijk, donde puedes caminar por un sendero rodeado de canales mientras tomas fotografías, o bien subirte a uno de los botes que el complejo tiene para los turistas y observar aquéllas pequeñas fábricas desde los canales holandeses. Si bien en el siglo XIX habían más de 10.000 en toda Holanda, hoy para ellos representa uno de los sellos más importantes como país y como cultura.
Los molinos tenían como principal función el drenaje del agua, como sabemos, Holanda está bajo el nivel del mar y es por esto que se pueden apreciar los cientos de canales que la rodean; y es así como podían cultivar la tierra, luego del drenaje. Otro uso es para aserradero.
Si bien en Kinderdijk solo quedan 19 molinos, ¿te los vas a perder?