Aunque soy santiaguina, calculo que un tercio de mis vacaciones han incluido al menos una pasada por la octava región. Mis recuerdos sobre este lugar están dispersos en la memoria, y probablemente, hay muchos más lugares que estoy pasando por alto, pero me parece que estos son los imperdibles para visitar en esta zona del país.
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Termas de Chillán
Ok. Lo confieso, nunca he ido. Pero me muero de ganas de ir. O sea, spa, canopy, paintball, canyoning, piscinas y comida en un solo lugar a mí, personalmente, me suena a un lugar de ensueño. Ah bueno, y los que saben esquiar, obvio que también pueden hacerlo.
Imagen CC Claudio Montes -
Concepción y alrededores: Concepción tiene un encanto especial. La segunda ciudad más importante de Chile tiene esa mezcla de vida universitaria, cultural y artística que hacen que tenga lo mejor de la capital, pero con las diferencias suficientes para hacerla la "anti-capital". Imperdibles son la Universidad de Concepción, el Parque Ecuador, Talcahuano, San Pedro de la Paz,...!
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Salto del Laja
Creo que es uno de mis lugares favoritos. Recuerdo que de chica me daba nervios estar en la orilla de la carretera mirando las aguas, mientras los camiones movían el piso a mis pies. Dejando ese perturbador recuerdo de lado, ahora el panorama es bastante más entretenido: rafting, natación, cabalgatas, picnic, o sea, es cosa de ir y disfrutar del día.
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Lota
La mina Chiflón del Diablo es un must cuando visitas Lota. El viejo pique de la mina de carbón subterránea -que inspiró el libro de Baldomero Lillo "Sub terra"- marcó el inicio de la actividad industrial en Chile y fue declarado Monumento Histórico desde 2009. Se puede recorrer y conocer las historias de los mineros a 850 metros bajo el nivel del mar.
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Isla MochaSu principal atractivo turístico es la Reserva Nacional Isla Mocha, además de su gran variedad de aves (se estiman más de 60 especies) y los lobos marinos que visitan la costa. Los visitantes pueden hacer trekking, buceo o cabalagatas, de acuerdo al interés de cada uno. Se puede llegar en avioneta desde Lebu, Cañete o Tirúa, o bien, en lancha.
Imagen CC p a n
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Tomé/Dichato Gran parte de mis vacaciones de la infancia (y adolescencia) ocurrieron en Tomé. Además de los clásicos paseos por su plaza de Armas y la Fuente de Tritones, las visitas a Bellavista Oveja Tomé, las playas de Dichato y Pingueral eran parada obligada para tomar el sol y nadar en aguas tranquilas, que también permiten realizar diversos deportes acuáticos. Aunque probablemente, el recuerdo de esta zona difiere de la imagen actual tras el maremoto de 2010 y la reconstrucción.
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Antuco
Antuco no es sólo el volcán, también tiene bosques nativos y cascadas de agua (Velo de la Novia y el Salto Trubuleo). Pero si las montañas son lo tuyo, el volcán -cuya última erupción fue hace más de 100 años- tiene casi 3000 metros de altura y paisajes increíbles para quienes decidan emprender una caminata. También puedes encontrar el memorial Mártires de Antuco, que conmemora al batallón que murió hace 10 años.
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Parque Nacional Laguna del Laja
En plena Cordillera de los Andes, la laguna que da nombre al parque tiene su origen en la erupción del volcán Antuco de 1853 y es actualmente el mayor embalse natural del país. Además, hay varios senderos de excursión, además de glaciales en el volcán de Sierra Velluda que forman la Laguna Verde.
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Lago LanalhueEn torno al lago es posible encontrar diversos panoramas turísticos, principalmente, relacionados a la cultura mapuche. Por ejemplo, hacia el lado de Contulmo, está Rukalelbún, donde se puede alojar en rucas y conocer más sobre la comida y el idioma de este pueblo originario. Por el lado sur, encuentras turismo aventura: canopy, kayak y escalada, por nombrar algunas actividades.
Imagen: Rukalelbún -
Parque Nacional Nahuelbuta
Aunque este Parque queda en la Región de la Araucanía, el sector Piedra del Águila queda en la octava. En este lugar hay un mirador desde donde se puede ver la Cordillera de los Andes y sus volcanes por el Este, hasta la Isla Mocha, por el Oeste, incluyendo vistas al valle central y la Cordillera de la Costa. Para acceder, hay que caminar por un sendero lleno de especies nativas y milenarias araucarias.
Imagen CC Guerretto
Es un hecho que hay varias cosas que estoy pasando por alto, especialmente porque soy de las que cree que la mejor forma de conocer un lugar es empezar a caminar y perderse en él. Ok, no tan literalmente cuando vayan de excursión, porfa.