Aún no tengo muy claro por qué decidí ir a Hong Kong. Fue una de esas cosas que decides en base a "señales" que pueden ser súper subjetivas, como el aviso de un paradero, la locación de la serie que estás viendo o el mail de la aerolínea con ofertas hacia ese destino. Eso fue, al menos en mi caso, lo que me motivó a planear que mi primera visita a Asia partiera por ese lugar. Claro que no había bajado del avión cuando creí que moriría ahí mismo: es un aeropuerto tan ocupado, que bien aterrizas y miras por la ventana, puedes ver a otro aterrizando, y otro más en el aire preparándose para su arribo.
Hong Kong: Cosmopolita y Social
Me quedé en un hostel muy agradable, con aire acondicionado, donde conocí mucha gente de distintas partes del mundo y ahí, simplemente conversando con gente en la terraza y tomando cerveza, me enamoré de Hong Kong. Tal vez porque nunca había visto que una ciudad congregara la atención de tantas nacionalidades, cada una con distintos propósitos (vacaciones, competencia de barco-dragón, prácticas profesionales, negocios, incluso, alguien que iba a un matrimonio). Y es que la cantidad de cosas por hacer van directamente relacionadas con lo que quieras hacer.
Tiendas de Lujo y el Mercado de las Mujeres
Las tiendas de lujo están a la orden del día, y en todas partes te ofrecen hacerte vestidos de seda a la medida. Esta última era una de las cosas que me interesaba mucho, pero después de haber sido acosada (y hasta manoseada) por el sastre árabe cambié de opinión y salí corriendo de ahí. Ni siquiera intenté entrar en otra tienda, así que si van NO entren a una tienda sola. Después de eso, y como seguía con ganas de comprarme un vestido, me fui al Mercado de las Mujeres, que es parecido a una feria persa, donde encuentras ropa, accesorios para celulares, pelucas, etc, a módicos precios y todos, absolutamente todos, regateables.
El Gran Buda y Delfines Rosados
La mejor parte del viaje fue el tour al Gran Buda, en la isla Lantau. Aunque es un "tour", porque compré los tickets, pero no tuve un guía turístico como tal y de ahí mi sorpresa cuando vi que el atractivo del paseo en lancha que venía incluido te llevaba a ver delfines rosados (btw: ¡impresionante!! aunque pasa todo tan rápido que no alcancé a sacarle fotos).
Bahía Victoria y Pico Victoria, panoramas 360° [Bonus: Paseo de las Estrellas]
¿La mejor vista? Todo. Desde la Bahía Victoria o desde el Pico Victoria puedes ver la ciudad casi completa, y definitivamente la mejor hora para hacerlo es a las 20 horas, cuando a diario se realiza el espectáculo de la Sinfonía de luces, en la que 45 edificios se iluminan, haciendo brillar la ciudad.
Ah! Y por supuesto, no puedes saltarte la caminata por el Paseo de las Estrellas, donde encontrarás, al igual que en el Paseo de la Fama de Hollywood, a los artistas más destacados de China y Hong Kong. Incluida la estatua a Bruce Lee.