Definitivamente París es una ciudad que requiere bastantes días para ser recorrida, pero si quieres agregar a tu lista de destinos visitados algo más que la ciudad de las luces, una opción es tomar un tren y dirigirse a Honfleur en Normandía.
El trayecto comienza en la Gare Saint-Lazare, puedes llegar hasta allí en las líneas 3, 12, 13 y 14 del metro. La ciudad queda a poco más de dos horas de París, por lo que podrías ir y volver en un día, así que lo más recomendable es reservar tu viaje ida y vuelta (aller/retour). Temprano en la mañana puedes abordar el tren que te lleva directo a la estación más cercana, que es Trouville-Deauville, allí deberás tomar el bus 20 que en aproximadamente 40 minutos te deja en Honfleur. Intenta sentarte del lado izquierdo (La fila detrás del conductor), pues podrás aprovechar para ver el mar, ya que el camino consta de varias subidas que te dan la altura ideal para ver el paisaje. De regreso el tren directo a París suele salir después de las 17 horas, pero te recomiendo confirmar muy bien los horarios en el sitio del sistema de trenes, la SNCF, pues pueden verse alterados por la temporada, cambios de rutas o huelgas.
Yo viajé un sábado y tuve la oportunidad de disfrutar de los mercados de artesanía y comida en la calle, además de un ambiente más relajado en toda la ciudad. Para mí los puntos claves a visitar en Honfleur son el muelle, donde se encuentra un área con los botes de recreación y otra con los barcos de pesca, además de casas altas y estrechas. Su colorido radica en los barcos y las tiendas del puerto.
Y el otro lugar que no puede faltar es Les Maisons Satie en el 67, boulevard Charles V, un museo dedicado al músico y compositor francés Erik Satie, creado en la misma casa donde nació. Probablemente el nombre no te suene familiar, pero no te preocupes, al comprar la entrada te entregarán la audio-guía que se va activando automáticamente al entrar a cada uno de los salones, la explicación sobre cada etapa de su vida va acompañada de sus temas, y desde el inicio del tour te darás cuenta – como me ocurrió – que sí conocías algunas de sus composiciones, como la Gymnopédie No.1
El recorrido del museo está muy bien armado, y las exhibiciones – aunque no seas un amante de la música clásica – son súper interesantes y hasta divertidas, pues conectan varios aspectos de la vida de Satie con los sucesos artísticos, políticos y sociales que ocurrían en Francia y Europa para ese momento, entre esos el Dadaísmo.
("¿Qué prefiere Ud.: La Música o la Charcutería?" Erik Satie / Abajo de la pregunta se plantea un juego de palabras que pierde su sentido en español: "Esto no es un museo, aquí dice diviértase... la Dirección del museo" / En el sello se lee: "Aunque nuestra información sea falsa... Eso no lo garantizamos").
Para cerrar, y regresar a París con el estómago lleno, puedes parar en alguno de los restaurantes para disfrutar de un cocotte de moules (Olla de almejas) y acompañarlo con un Kir, trago típico francés.
Si piensas que los franceses son poco amigables te invito a romper el mito y darte una vuelta por Honfleur, donde todos te recibirán con una sonrisa.