En cuánto subí al barco que navegaba por el Río de la Plata, vi como me alejaba de esa gran capital que es Buenos Aires y me acercaba a Uruguay, un país que solo conocía por buenas referencias: "gente amable y humilde", "Presidente sencillo y gran orador: Mujica", "Legalización de la marihuana y del aborto", " amantes del fútbol", entre otras y la verdad es que la sorpresa fue bien grata, porque pese a que solo lo separa un río de Argentina y también hablan con el "sho", son país totalmente distintos, llenos de aventuras, historias y que te reciben con los brazos abiertos.
En cuánto llegue a Colonia (primera ciudad que conoces cuando vienes desde Buenos Aires) sentí que volvía al pasado, primero porque dejé todo el ruido y el movimiento de la ciudad y me sumergí en un pequeño pueblo "colonial", que desde 1995 fue declarado "Patrimonio de la Humanidad", mezclando un estilo español y portugués post colonial. En el centro histórico sus calles son angostas de piedra, tal como en esa época. Lo mejor de mi estadía en esta ciudad es que en el Hostel Colonial, que fue donde me quedé, te prestaban bicicletas gratis, por lo conocí la ciudad de esta forma, paseando, recorriendo cada esquina del barrio histórico, disfrutando de la playa e incluso llegué a donde antes hacían corridas de toro, que es al otro lado de la ciudad. ¡Viví una hermosa tarde!
Pero la costa uruguaya había que seguir descubriendo, así que el próximo destino era Montevideo, como ustedes saben, la capital de este país. Y bueno Montevideo también está dividida por un casco histórico, que es donde está el centro y sus alrededores, las iglesias, la casa de gobierno, la puerta de la ciudad, el mercado y el puerto. Y por otro lado está Pocitos, que es la zona moderna y bonita de la ciudad, donde está la playa, los restaurantes turísticos, etc. La vida en la capital es tranquila, parece que fuese una ciudad chica de cualquier otro país, es que solo cuenta con 1.292.347 habitantes y la gente se moviliza en micros, no hay metro, ya que no es necesario. Sus habitantes son amables, tranquilos, hay actividades culturales y fiesta, pero hasta temprano y también son fanáticos del fútbol, por lo que un buen panorama es ir al Estadio Centenario el fin de semana.
Siguiendo por la costa, te encuentras con Piriápolis, que es una ciudad bonita, con playa, muy turística y que en el verano se llena de gente, ya que está muy cerca de Montevideo y no es tan caro como ir a Punta del Este. Y bueno, para hablar de la famosa ciudad con la mano en la arena haré una gran distinción: Punta del Este es muy distinta a todas las ciudades de las que hablaré en esta nota, ya que casi no parece que fuese de Uruguay. En cuánto la conocí me sorprendí por su modernidad, cuenta con hoteles de lujo, miles de tiendas y turistas de todas partes del mundo, quiénes hacen que Punta del Este tenga vida propia.
Si decides ir a este balneario en verano, te recomiendo que vayas con un buen presupuesto, ya que Uruguay por si solo es caro, pero para ir a este lugar debes ir preparado, ya que todo te saldrá el doble por ser temporada alta y el alojamiento debes verlo con anticipación para que puedas pasarlo bien, sin preocupaciones.
Continúa leyendo la segunda parte de Mochileros por Sudamérica: Recorriendo la costa uruguaya, simple y natural. (Parte 2)