Pichilemu es un pueblo bonito tranquilo y versátil... tiene la tranquilidad de no tener nada y a la vez el dinamismo de ser capital mundial del surf, imagínense la cantidad de jóvenes que la visitan, para mi suerte, la conocí cuando no tenía "nada".
Estaba a punto de dar a luz a mi segundo hijo cuando le pedí a mi esposo que nos fuéramos de paseo a un lugar tranquilo para poder relajarme antes del gran trabajo que iba a tener muy pronto. Entre tanto buscar, lo encontré, playa en el pueblo, comida a base de pescados y mariscos, cerca de Santiago (3 horas en auto), hospedaje económico (nos quedamos en una habitación para tres personas por 20 mil pesos la noche ($40 US))... ¡era o que estaba buscando!
Fue encantador desde el principio, el camino lleno de una vegetación majestuosa, pinos muy verdes, un gran cielo azul y los caballos en algunas granjas vecinas, eran el pronóstico de que disfrutaríamos de hermosos paisajes.
Estuvimos tres días, fueron suficientes para encontrar el descanso que buscábamos, caminamos por las calles del pueblo, comimos ricos helados, almorzamos abundante pescado, nos sentamos a la orilla de la playa a mirar el atardecer, mi hija estaba maravillada con la cercanía de la playa Principal que está justo en el pueblo, podíamos ir caminando, además por esos días había un circo de paso por el pueblo y fue muy divertido pasar por lugareños y maravillarnos con las acrobacias y espectáculo que se esmeraron en ofrecer. Se trata de un pueblo turístico, tiene supermercados, museos, plazas, parque de diversiones, gran oferta de hospedaje y muy buenos restaurantes (para mi, los de mariscos), están preparados para recibir al turista.
Un día tomamos el auto y fuimos a recorrer los alrededores, así llegamos a la Salina de Cáhuil, fue muy emocionante porque nunca habíamos visto una.
El pueblo Cáhuil, de casas pintorescas y ventas de mermeladas naturales con un sabor que no vas a encontrar en cualquier parte. También dimos un paseo por su laguna, estábamos "explorando".
Pasamos la tarde en la playa "Punta de Lobos" lugar donde se realizan campeonatos mundiales de surf, fue asombroso ver a los surfistas con sus trajes especiales adentrarse en el mar helado para practicar su mayor pasión, el ambiente era de fiesta y diversión, jóvenes que no parecían estar pendiente del clima sino de pasarla bien y de dominar las olas.
En Punta de Lobos hay un acantilado en el que - sólo para valientes - se puede apreciar la hermosa vista del mar, descansar, pensar, reflexionar, aislarse por unos minutos del mundo.
Ya de regreso a Pichilemu, decidimos quedarnos a jugar a la orilla de la playa, ver el atardecer y disfrutar de un divertido paseo a caballo, puedes hacerlo por tu cuenta o en carreta, que te lleva a dar una vuelta por las calles del pueblo.
Si estás buscando un lugar para descansar, apreciar la naturaleza, en familia o en pareja, te recomiendo este escape, tiene "de todo un poco", y por supuesto, la calidez y amabilidad de los lugareños, una característica indispensable ya que es algo escasa es estos tiempos.