7 razones porque no tomar locomoción motorizada transformará tu viaje

Alfredo Niklitschek Jul 31, 2015

A la hora de viajar muchas personas se fijan un destino al cual quieren llegar. Lo han buscado por internet, trazado una ruta y planificado la cantidad de días que les tomará el trayecto, considerando usar autos, buses o hacer dedo para cumplir con esta planificación. Mientras que esto puede ser una gran experiencia para muchos, habemos un público más aventurero que tiene ganas de entregarse a lo inesperado y vivir un viaje difícil de repetir. Una forma casi garantizada de que esto ocurra es evitar el transporte motorizado y aquí te entregamos 7 razones porqué:

1. Puedes tomar desvíos que no sabes a donde llevan

Si tomas bus o haces dedo es poco probable que tengas la posibilidad de darte cuenta que hay un desvío que invita a ser explorado. Además que normalmente dependerás de mantenerte cerca de la carretera ya que la mayoría de estos vehículos transita por ahí. Mientras caminas o andas en bicicleta tendrás el tiempo para apreciar las posibilidades y caminos que puedes tomar. Puedes aventurarte en lugares de difícil acceso e incluso encontrar rutas poco conocidas para llegar pueblos o sectores interesantes. En ocasiones también llegarás a un río u otro buen sitio para acampar, a menudo permitiendo una experiencia de contacto auténtico con la naturaleza.

2. Conocerás lugares que no están en el mapa

El mundo está en constante cambio y ni siquiera Google Maps alcanza a estar al día con las variaciones geográficas, formaciones de nuevos poblados y levantamiento de sitios de interés. Hay poblados tan pequeños que tampoco tienen lugar en los mapas, a pesar de su historia y belleza.

Mientras caminé sin rumbo por la Región de Los Ríos, Chile, me encontré con pequeños pueblos como Ciruelos por sorpresa. Había escuchado hablar de este pero no tenía la más mínima idea de donde quedaba. Fue grato ver sus construcciones antiguas y estilo campesino junto a una vía de tren. Mientras el sol comenzaba a esconderse y junto a mi compañero buscábamos un lugar para pasar la noche, como se hacía antiguamente, siendo de esas experiencias que te transportan al pasado..

3. Aprenderás lo diferente que es la gente en sectores rurales

Sin duda al caminar pasarás por sectores rurales. Quizás aquí sea subjetivo y depende de la experiencia de cada uno. La mía fue que saliendo de la ciudad la gente es distinta, aún no se han contaminado de la desconfianza y competitividad de la urbe. En más de una ocasión al pasar a pedir agua me convidaron manzanas, postres de leche, pan e incluso un lugar donde poner mi carpa. Normalmente la primera reacción es un poco desconfiada pero si eres amable, muchos de ellos lo devolverán generosamente.

Lo interesante es que todos ellos tienen historias de vida, historias que no están en la televisión y que ocasionalmente puedes encontrar en algún libro. Pero si gustas de relatos de sobrevivencia y dificultades para salir adelante, ahí podrás escuchar muchos.

Agrego un consejo para evitar problemas. Puedes esperar una buena recepción en el día pero en la noche la gente es más temerosa y muchos tienen armas en sus casas. Al menos eso me dijeron los campesinos en más de una ocasión mientras viajaba. Lo recomendable es que cuando esté desapareciendo la luz del dia encuentres donde quedarte y evites tocar puertas.

4. Encontrarás sitios con potencial turístico por desarrollar

Los lugares de éxito turístico han surgido como tales por dos razones: su atractivo y la difusión que alguien se ha dedicado a darles. El tema es que hay muchos otros lugares que tienen atractivo pero que nadie se ha preocupado de darlos a conocer. Incluso hay campings en proceso de formación o sitios que las personas se les ha dado natural habilitarlos para visitantes debido a sus cualidades paisajísticas. Al caminar o transitar en bici sin duda te encontrarás con estos sitios los cuales puedes apreciar, difundir y tal vez algún día potenciar.

5. Es un excelente ejercicio físico

Caminar o pedalear constantemente, con el peso de las mochilas como dificultad adicional. Subidas, bajadas, barro, piedras... Al principio puede parecer muy duro, pero pasados los días notarás cómo mejora tu respiración, aguante y vitalidad. Sigue viajando y la palabra cansancio irá desapareciendo de tu diccionario.

6. Será un espacio de comunicación contigo mismo

Al viajar así, sobre todo a pie, pasas muchas horas de silencio en donde te comunicas contigo mismo principalmente con una particularidad: estás desprendido de aquellas cosas que eran tus responsabilidades antes. Te das cuenta de aquello que te asfixiaba y aquello que te entusiasmaba, resuelves temas que antes no podías porque el quehacer del día a día no te permitía estos momentos de reflexión. En el fondo ganas tiempo que no tendrías si fueras avanzando aceleradamente buscando llegar a un destino en un plazo definido.

7. Te darás cuenta de lo grande que es el mundo

La globalización y la capacidad de viajar de un país a otro en cosa de horas puede provocar una sensación de que el mundo es pequeño, que no queda nada por explorar. Nada más lejano a la realidad, puesto que cuando caminas te das cuenta que una distancia que parecía insignificante en auto, toma días caminando. Te das cuenta que en el camino habían cientos de cosas que no habías visto nunca y que el mundo es en realidad desconocido. Te das cuenta que el mundo es gigante y que no te alcanza la vida para conocerlo.

Puedes hacer el simple ejercicio de caminar hasta el pueblo más cercano y notarás que ves las cosas distinto. Mejor aún si lo haces a través de algún camino poco transitado.

Conclusión

En resumidas cuentas viajar a pie o en bicicleta te permite apreciar tu recorrido desde otra perspectiva. Las distancias no solo se miden en kilómetros, se miden en esfuerzo y en posibilidades también. Viajar así es volver a la aventura y reconocer lo pequeño que eres. Es una experiencia que te pone en contacto con la naturaleza y contigo mismo.