5 actividades para hacer en la selva de Ecuador
Uno de los muchos atractivos que tiene Ecuador es la selva amazónica, que se extiende hacia el oriente de la Cordillera de los Andes, y un buen lugar para vivir la experiencia es en las cercanías de la ciudad de Tena. Queda a solo 187 km de Quito, pero es un viaje que tarda entre 4 y 5 horas, debido a que pasa por varios pueblos y el camino, a pesar de estar en buenas condiciones, puede ser muy angosto y con muchas curvas. En la ciudad se pueden encontrar alojamientos baratos y muy buenos, además de organizar excursiones de un día por los diferentes ríos de la zona o al bosque.
Sin embargo, cuando yo fui decidí quedarme en Anaconda Lodge, uno de los varios eco-hoteles ubicados dentro de la selva, donde solo se puede llegar en canoa. Debido a su aislamiento, esta clase de alojamiento incluye todas las comidas, hechas con ingredientes de la zona, el transporte y todo tipo de actividades para sus huéspedes, entre las que más me gustaron están:
1) Excursión por la montaña
ependiendo de los pasajeros que haya en el hotel se hacen grupos para las excursiones, cuando yo fui, solo habíamos dos personas asi que teníamos los guías para nosotros solos. Temprano en la mañana nos pasaron a buscar, nos pasaron botas de caucho para no arruinar nuestras zapatillas y nos subimos a una canoa para adentrarnos en la espesa vegetación nativa. Aquí los guías, pertenecientes a la cultura nativa quichua, te enseñan cómo se alimentan los indígenas, además de las plantas y frutas que puedes comer. Nos dieron a probar hormigas, que extrañamente tienen sabor a limón, y nos dijeron que era una buena forma de mantenerse hidratados si, por alguna razón, te pierdes en la selva.
2) Visita casa de familia nativa
Otra de las actividades, es un recorrido por el terreno de una familia autóctona quichua, donde te enseñan sus métodos de caza y cómo preparan el chocolate, que desde hace siglos consumen estas tribus. En la casa, la abuela es la que se encarga de cocinar el chocolate, que antes los niños se han preocupado de cosechar y alistar para su elaboración. Cuando está listo, te dan una porción para que la pruebes de la manera como lo comen ellos, caliente y en hojas de árbol.
3) Paseo en cámara por el río
Como hace bastante calor, hay un día que se reserva para las actividades en las aguas del río Napo. Además de poder bañarte a la hora que quieras, ya que el río está a dos pasos de todas partes, tienes la oportunidad de dejarte llevar por la corriente en una cámara de plástico. El guía te llevará a alguna zona del río donde la corriente no esté muy intensa, pero sí lo suficiente para que puedas disfrutar de un relajante y fresco paseo sobre el agua.
4) Museo comunitario Kamak Maki
Generalmente en la mañana antes del paseo en cámaras por el río, el guía te llevará a una pequeña isla, hogar del Museo Comunitario organizado y administrado por la comunidad local. Allí te muestran cómo vivían los indígenas amazónicos ecuatorianos, sus casas, su estructura social, los animales que cazaban y con los que convivían. Al llegar tienes que hacer sonar "el timbre" que en realidad es una caracola que cuelga de un árbol, puede parecer fácil, pero requiere buenos pulmones.
5) Paseo por el pueblo
El pueblo más cercano era el de Puerto Misahualli, desde donde sale la canoa hacia el hotel, es un lugar muy pequeño, que tiene una escuela, una plaza llena de aves amazónicas y un par de calles de tierra y piedra. No es un lugar bello, pero sí te da una idea de la realidad de la gente que vive en pueblos selváticos y es una excelente oportunidad para conocer el Ecuador rural y campestre.
La verdad es que no es la alternativa más económica, pero me dio la tranquilidad de que me fueron a buscar en taxi a Quito y me fui comodamente hasta allá. Yo también quería conocer qué se sentía dormir entre esa vegetación que parece infinita y respirar el aire selvático las 24 horas del día. Y la verdad es que resultó ser toda una experiencia, nunca habría imaginado la cantidad de ruidos de los miles de animales que habitan el lugar, pareciera que no existe el día ni la noche, ya que el bosque está vivo a cualquier hora.
Por último, no olvides llevar repelente de mosquitos y, en lo posible, poleras y pantalones largos. También es conveniente llevar sandalias para meterse en el río, ya que tiene muchas piedras, y puede haber uno que otro animal, como cangrejos de río que no queremos pisar descalzos.