Una metrópolis moderna con un entorno relajado e inmersa en un ambiente histórico del siglo XVII, es lo que cautiva e impresiona a sus visitantes cuando conocen, Ámsterdam, la hoy popular y bien llamada "ciudad de las bicicletas”.
Para iniciar el recorrido por la capital oficial de los Países Bajos, la primera parada obligada es el Rijksmuseum . Museo de fama internacional y donde es posible fotografiarse con el popular “IAmsterdam” y sentarse en sus gigantes letras con un paisaje envidiable de fondo. Alrededor de su imponente estructura, se encuentra un parque en el cual se puede pasear, hacer ejercicio y disfrutar de las melodías de músicos ambulantes que se congregan en medio del lugar en un túnel de gran afluencia.
La segunda visita recomendada es Leidseplein, plaza y principal manzana de centros nocturnos, así como también de los bares más alegres de la ciudad. Los cuales comienzan a recibir su público durante la tarde y en las primeras horas de la noche ya están completamente repletos de gente bailando, gritando y disfrutando animadamente de la música en vivo y djs presentes en cada uno de los clubes como el “Nova” y “Jimmy Woo”.
Continuando con el recorrido de qué hacer en Ámsterdam, Vondolpark es la tercera gran atracción. Parque público más grande de la ciudad y comprendido por 47 hectáreas que conforman un pulmón verde visitado por más de 10 millones de personas cada año. Tiene tres entradas y en su centro una laguna con cisnes que puedes ver de cerca si te sientas en el pasto y dejas acercar. Sin duda es el escenario perfecto para pasear en bicicleta, caminar o detenerse a compartir un picnic con amigos.
La Plaza Dam o Dam Square, está ubicada en el centro histórico de la ciudad y sus frecuentes eventos, además de sus admirables edificios, la convierten en uno de los lugares más cotizados cuando se está decidiendo qué hacer en Ámsterdam. Puesto que no es sólo un lugar increíblemente bello en cuanto a arquitectura y paisaje, siempre es posible encontrar personas disfrazadas, cantando, realizando algún acto de magia y todo tipo de entretenimiento al aire libre.
En el qué hacer en Ámsterdam no puede faltar el maravillarse con una de las mejores vistas de la ciudad y para ello la invitación es conocer el Skylounge at doubletree by Hotel Hilton. Una azotea ubicada a un costado de la Central Station y que aloja a uno de los bares más concurridos para disfrutar un atardecer al ritmo de la música chilling.
La sexta visita recomendada es la popular Casa de Anna Frank, atracción que es aconsejable visitar muy temprano debido a largas filas que se realizan en su entrada y mucho antes del horario de apertura que comprende de 09:00 a 18:00 hrs. El recorrido se inicia ingresando por una pequeña puerta que da paso a una casa de diminutas dimensiones y la que en realidad, al traspasar un túnel, esconde una propiedad de gran tamaño y belleza.
The Heineken Experience, es la séptima parada y un panorama obligado para los amantes de la cerveza y de la más famosa de Holanda. Por alrededor de 19 euros, se accede a un paseo por la fábrica donde explican el proceso de elaboración y sellado del producto. Posteriormente, la visita continúa hacia un mini bar donde se puede degustar su brebaje y para finalizar con un viaje en el barco de Heineken por unos 15 minutos por los canales de la ciudad.
Admirar la ciudad en bicicleta y tomarse una fotografía, en los ya mencionados canales, es la octava recomendación y otra escena para no olvidar cuando se está planificando qué hacer en Ámsterdam. Debes recordar que existen ciclo vías en todas las avenidas y lugares para arrendar bicicletas, debido a los pocos autos que pueden transitar en sus pequeñas calles.
El noveno lugar que se debe conocer es Rembrandtplein, plaza ubicada en el centro de la ciudad y que lleva ese nombre en honor al reconocido pintor Rembrandt Van Rijn. Caracterizándose además por la presencia de un gran número de estatuas y bares, restaurants y coffeshop.
Mientras se continúa visitando la ciudad, la parada número diez recae en tres delicias gastronómicas que son recomendable probar: una pizza de “New York Pizza”, comprar papas fritas en “Dam”, pedir un típico “Stroopwaffels” (dulce-galleta que venden en supermercados o en puestos en la calle ) y finalmente unas “Bitterballen”, bolas rellenas de carne o pollo con queso apanadas y servidas con salsa de mostaza.
Finalmente, para cerrar esta selección de lugares imperdibles, cabe mencionar que sus visitantes disfrutarán de una ciudad con una intimidad única que se respira en sus calles, arquitectura, canales y parques.