El año 2010 tuve la suerte de aceptar la invitación de un amigo que me dijo que fuéramos a recorrer la carretera austral, pero desde Coyhaique, lugar donde viven varios de sus familiares, que están repartidos por la Región de Aysén, una de las maravillas menos visitadas de Chile, y que se enmarca en lo que es la Patagonia chilena.
Una zona desconocida que, para mi juicio, tiene el carácter de “escondida” debido a lo difícil que es llegar. Y es que para comenzar mi viaje tuve que llegar a Balmaceda por avión, y luego en un transporte por tierra rumbo a Coyhaique, desde donde partí mi viaje. En las siguientes líneas les explicaré qué hacer en Aysén, la cual fue una interrogante que me hice al comienzo del viaje, pero que fácilmente pude contestar, acá les cuento algunas muy buenas alternativas a tener en cuenta.
Coyhaique: La capital de la región tiene cerca de 63 mil habitantes según el censo del 2012, e impacta desde el primer momento que uno entra a la ciudad. Con casas hermosamente construidas sobre los cerros, son acompañadas del viento que las cubre durante todo el año. Su plaza de armas, es el inicio arbolado de una zona donde se vive de la tranquilidad y donde se puede iniciar la caminata por el relajante paseo peatonal, y también conocer el sencillo monumento al Ovejero, símbolo del trabajo de la Región. Además, tal como comente anteriormente, si uno le pregunta a cualquier residente de esta ciudad ¿Qué hacer en Aysén? Seguramente la pregunta será contestada fácilmente.
Puerto Río Tranquilo: Con la mencionada Coyhaique como punto base, es necesario tomar un bus a las 9:00 am rumbo a Puerto Río Tranquilo (los micros salen temprano así que es necesario tomar en cuenta ese detalle). En ese pueblo donde no viven más de 100 personas, se pueden realizar diferentes actividades como la pesca, trekking, escalada y otros atractivos que ofrecen las dos empresas de turismos que se encuentran a los extremos del pueblo
Catedrales de Mármol: Cuando la gente me ha preguntado ¿qué hacer en Aysén? Sin duda que recomiendo estos monumentos de mármol. Una de las máximas maravillas naturales de Chile –a mi gusto- es conocer estas catedrales que se encuentran en medio del Lago General Carrera, el segundo más grande de Latinoamérica después del Titi Kaka en Bolivia. Ahí se encuentran dos monumentos naturales a las que se puede llegar en bote, o como lo realice yo junto a mi grupo, en Kayak. Como experiencia, recomienda la segunda, dado que remar hacia ellas y luego introducirme a esas aguas congeladas no tiene precio
Cochrane: Aunque la segunda ciudad más importante de la región no tenga muchos atractivos, más que las danzas típicas de la zona conocida como “Chamamé”, y que vi bailar en algunas fondas; Cochrane tiene su belleza en las afueras con la Reserva Nacional Tamango ¿Qué hacer ahí? En un ambiente de relajo, los bellos paisajes llaman a la calma y a respirar para sentir la energía que tienen las lagunas interiores que rodean la ciudad, (donde se puede hacer kayaking) y también un trekking por el sendero Los Coigues
Caleta Tortel: Sin duda uno de mis lugares favoritos en el mundo. Puede que no sea como visitar Londres, pero este pueblo te lleva al pasado. Construido sobre el agua, toda la caleta basa sus caminos en puentes de madera, mismo material en que están diseñadas las casas, que tienen que aguantar las lluvias por cerca de 300 días al año. A pesar de tener dificultades de comunicación, la playa y la ciudad en sí se transforman en una obra de arte de la Ingeniería.
Glaciar Montt: Muchos se estarán preguntando ¿qué hacer en Tortel? además de recorrer sus construcciones de madera. La verdad es que, al otro día de llegar, nuestro objetivo fue ir al Glaciar Montt. Una montaña enorme de hielo a la que se puede ir en barcaza que cobra alrededor de 30 mil pesos, pero que incluye traslado, comida y lo mejor del viaje, un whisky servido en un vaso hecho del hielo del glaciar.
Puerto Yungay y Villa O’Higgins: Conocidos por ser pequeños, la gran gracia que tienen ambos pueblos es ser considerados el fin de la carretera austral. Sitios pegados a la región de Magallanes ¿Qué hacer en estos lugares? Principalmente apreciar la desembocadura del río Mayer al Lago O’Higgins, disfrutar de una de las fronteras con Argentina y sacarse fotos en el lugar que da fin a la Panamericana.
Rio Baker: A pesar de que el río tenga el nombre de Baker, el atractivo natural que visitan varios turistas del mundo entero, es la bella confluencia que se produce entre el mencionado Baker con el Río Nef. Dos corrientes diferentes, que forman colores que lo transforman en una maravilla natural, y que se encuentra en Puerto Bertrand.
Reserva Nacional Cerro Castillo: Si alguien no quedó conforme con los glaciares cerca de Tortel, al norte de Coyhaique está Cerro Castillo donde se puede acampar en las lagunas a los pies de los cerros bañados por nieve durante todo el año. Además, si es fanático de los rodeos, durante la fiesta de la luna se produce una de las mayores competencias en Chile.
Paso Las Llaves. Dejo lo mejor para el final. Un paso humilde, escondido, entre cerros y que es majestuoso en sí mismo. Aunque ahí sólo vivirán cerca de tres familias, sus casas están en lo alto de los cerros, con el paisaje del Lago General Carrera de fondo. Cuando iniciaba el viaje me preguntaba realmente ¿qué hacer en Aysén?, pero sin duda que este lugar por sí sólo me contesto mi interrogante. La pesca, cabalgatas y refrescantes baños en agua de deshielo, son acompañadas de una tranquilidad inconmensurable, que evoca los mejores recuerdos de los que tenga memoria.
He realizado muchos viajes a lo largo de mi vida, pero sin duda el que más me marcó fue éste. Jamás pensé todos los majestuosos encantos naturales que me podría encontrar y que, en Chile, son sólo comparable a San Pedro de Atacama, o quizás mucho mejor.