Casi tres décadas tuvieron que pasar para que La Gioconda volviera al escenario del Teatro Municipal de Santiago. Este 11 de mayo –y con cinco funciones– comienza la Temporada de ópera con este magistral espectáculo, creado por Amilcare Ponchielli.
La ópera narra la historia de Gioconda, una cantante callejera que sacrifica su vida por amor: intriga, venganza y desamor marcan la pauta de este espectáculo que, además de canto lírico, incluye teatro, danza y llamativas intervenciones del Coro del Teatro Jean-Louis Grinda, su director de escena, cuenta que esta es la séptima vez que monta La Gioconda, siendo la primera en Chile. Habla, además, de la complejidad de este montaje ambientado en la época del Renacimiento, ya que “como no tiene lógica dramatúrgica, ni estilo musical propio, el director es quien se la da.”
Dicho esto, junto a su equipo conformado por Éric Chevalier como escenógrafo, Jean-Pierre Capeyron en vestuario, y el chileno Ramón López en iluminación, explicó que el objetivo de esta producción es “hacer pasar la historia como un sueño; tener la sensación de que el espectáculo es una obra de teatro”.
Esta obra reclama medios vocales fuera de lo común para sus seis personajes principales.
Uno de ellos es Enzo quien, en el punto culmine del segundo acto, en una gran escena musical, canta la grandiosa aria “Cielo e mar”, pieza de exhibición de todos los grandes tenores, esta vez interpretado por Walter Fraccaro.
La música de Ponchielli, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Santiago, será dirigida por su director titular, Konstantin Chudovsky. Asimismo, en el elenco figuran grandes artistas internacionales como son Géraldine Chauvet, Sergei Murzaev y Sergei Artamonov.