La energía de Estambul se siente desde que pones un pie en sus calles, donde la gente local se mezcla con el transporte público, con los turistas, con las mezquitas y con la comida. Sus calles empinadas llenas de tiendas te transportan a una especie de bazar antiguo, donde puedes encontrar lo que se te ocurra y en determinadas horas puedes escuchar por parlantes los rezos del Qurán por todo el lugar. A esta ciudad yo la clasificaría como caótica, enérgica y encantadora; tienes estímulos que vienen de todos lados y mientras caminas todos te hablan, intentando venderte cosas, probando en distintos idiomas hasta que den con el tuyo. No puedes dejar de sentarte en un café a tomar té o café turco, acompañado con uno de sus famosos y deliciosos dulces, los que también puedes ver como preparan en las calles. Siempre vas a encontrar algo por hacer, ya que sólo basta con caminar por sus calles para tener un panorama; eso sí, cuidado con los autos y con el tranvía, ya que no porque el semáforo esté en rojo se van a detener.
Imágenes Inspiradoras: Estambul energía que abunda
Publicado
por
Montserrat Cosialls