Cuando escuchamos hablar sobre Cambridge pensamos inmediatamente en una de las Universidades más prestigiosas de Inglaterra, localizada en una ciudad que lleva su mismo nombre, situada a 80 kilómetros de Londres, donde estaba con unos amigos cuando decidimos tomar un tren para conocerla. Es un viaje de una hora, donde se pueden ver pequeños poblados y campos verdes, animales pastando y diversas plantaciones; con una tarde para recorrerla es suficiente, no es necesario un mapa ni transporte público, ya que no es muy grande y sólo caminando vas a poder verla toda.
Sus calles retratan las clásicas avenidas Europeas, con calles principales de estilo medieval y otras más pequeñas llenas de callejones; su arquitectura es sorprendente, grandes edificios e iglesias combinados con pequeñas tiendas, cafés y restaurantes. Este lugar está hecho y pensado en los estudiantes, basta sólo caminar por el centro para querer dejar todo botado y volver a la Universidad.
A un par de minutos del centro encontramos un gran parque, rodeado de jardines llenos de colores y atravesado por el río que recorre la ciudad, en el que se puede ver a gente tomando paseos en pequeñas barcazas, o disfrutando las vistas en alguno de sus puentes. La mayoría de las residencias de estudiantes se encuentran en este sector de la ciudad, por lo que se observa mucha gente con libros o sobre sus bicicletas, que parece ser el mejor medio de transporte. Es un lugar soñado, una ciudad llena de juventud y cultura, definitivamente el lugar ideal para ir a la Universidad.