Camino al volcán Snæfellsjökull, escenario del libro de Julio Verne Viaje al Centro de la Tierra, se pueden ver grandes montañas de superficies tan lisas que parecieran cortadas a mano. Desde la capital, Reykjavik, son solo 120 kilómetros, suficientes para quedar deslumbrados con la belleza de montañas y valles que rodean la zona del volcán. Casi no existen palabras para describir la emoción de recorrer los paisajes de Islandia. De un idílico paraje verde y montañas nevadas, se puede pasar a un interminable planicie cubierta de lava de explosiones volcánicas recientes. Si estos escenarios se combinan con la soledad, quietud y silencio que se siente en esos caminos, donde no se escucha más que el silbido del viento, nos da la sensación de estar visitando la tierra antes de los humanos, un entorno tocado solamente por la mano de la naturaleza.