Debido a su aislamiento, Islandia tiene uno de los ecosistemas más puros del mundo, junto con una historia muy particular. Los islandeses son muy trabajadores y orgullosos de su nación, y con mucha razón, ya que vivir aquí nunca ha sido fácil debido a la falta de alimento, el frío y por si no fuera poco, ha sido azotada por decenas de desastres naturales. Quizá este espíritu de resistencia y superación fue lo que los ayudó a ser los primeros en salir de la crisis financiera del 2008, y también a sobrevivir en sus, poco más de, mil años de existencia. Un buen lugar para conocer la increíble historia de este país es su capital Reykjavik, que a pesar de ser pequeña,es una vibrante capital con muchos paseos y vida cultural. Estos son las actividades más destacadas:
1. Centro de Reykjavik y Catedral protestante
El centro de Reykjavik se puede hacer en un día o dos con mucha calma, y es precioso. Me recuerda mucho a las ciudades del sur de Chile, muy heladas y con sus paredes cubiertas de latón signo de que llueve mucho. No tiene más de cuatro calles principales, que aglutinan la mayor parte del comercio y cafeterías de la ciudad. La más importante es Laugavegur, donde se encuentran las tiendas más bonitas y el supermercado. Las callejuelas de los costados también son dignas de ver, con sus casitas de colores y los murales que decoran todo el centro. A la entrada de la ciudad antigua está la Catedral Protestante, conocida también como Hallgrimskirkja, es una de las postales típicas de Islandia, desde su torre se pueden obtener muy buenas fotos del centro de la ciudad.
2. Dónde comer
La comida de Islandia no es famosa por su gran sabor, ya que la mayoría de frutas y vegetales que se encuentra en los supermercados son bastante desabridos. Aunque sí es un gran lugar para degustar buenos pescados, el alimento estrella de sus habitantes desde el comienzo de la colonización. Entre los platos más curiosos se puede contar el tiburón podrido, una antigua preparación que realizaban los pescadores. También se puede degustar un buen bistec de carne de ballena, o un reponedor plato de sopa de langosta, que luego de un paseo por las frías calles de la ciudad viene como anillo al dedo. Todos estos platos los pueden probar en el puerto, donde hay varios restaurantes y cafeterías que los sirven. Para el resto de los días recomiendo hacer las compras en el Supermercado Bonus, que es el más barato y se puede encontrar de todo, incluso sandwiches preparados para los días de paseo.
3. Edificio Harpa y Paseo marítimo
Uno de los paseos obligados en la ciudad de Reykjavik es visitar el edificio Harpa Concert Hall y luego continuar con una caminata por el paseo marítimo. El edificio es una muestra de la activa escena cultural de la isla, tiene varias salas de teatro, de cine, exposiciones, cafeterías y tiendas de regalos (pero es mejor comprar los recuerdos en las tiendas del centro, porque aquí son muy caros). El edificio también se destaca por tener una estética un tanto futurista con ventanales que parecen moverse, y que en la noche cambian de color ofreciendo un lindo espectáculo de luces. Saliendo del edificio comienza el paseo marítimo, que recorre toda la bahía de Reykjavik, aquí hay algunas esculturas y, cuando está despejado, se pueden ver majestuosas las montañas nevadas del otro lado.
4. Museos
Islandia tiene tantas maravillas naturales que ni se me ocurrió meterme a un museo, pero fue algo de lo que me arrepentí mucho, ya que tiene una historia increíble que vale la pena conocer. Solo basta mencionar que la mayoría de la gente aún cree en magia, hadas, elfos y trolls, además, un alto porcentaje de la población dice creer en dioses nórdicos o vikingos como Odín, Thor y Freyja. Otro dato curioso es que debido a la falta de árboles, la única madera que conseguían, no hasta hace mucho, era la que el mar arrastraba hasta sus costas, proveniente de naufragios cercanos, esta, y otras historias, la pueden conocer en el Museo Nacional de Islandia, otro muse que vale la pena es el Museo de las Sagas, estos son relatos medievales que cuentan historias que sucedieron a diferentes personajes en los inicios de la historia del país, las sagas aún son conocidas como las obras más importante de la literatura islandesa.
5. Piscinas de agua termal
Debido a la gran actividad volcánica de Islandia, con 130 volcanes activos, aproximadamente (porque nadie sabe si existirán otros que aún no se han dado a conocer), el país tiene un sinnúmero de piscinas y lagunas geotermales. Estas piscinas, se podría decir que son uno de los pilares de la sociedad islandesa, ya que es el punto de encuentro y donde la gente más se divierte en estas gélidas tierras. En Reykjavik hay 6 piscinas, la más grande es Laugardalslaug, que podrán disfrutar por la módica suma de 650 kr. La mayoría tiene sauna y jacuzzi, por lo que son un buen panorama para relajarse y descansar en un día de frío o lluvia.
6. Bares
Una de las cosas que les encanta a los islandeses es irse de copas, para ello desarrollaron la aplicación Appy Hour, donde según tu ubicación, muestra los bares cercanos, horarios de apertura y cierre, los horarios del "Happy Hour", además de los precios de las cervezas y cocktails. Con los chicos del hostal la probamos, y de verdad es muy precisa y confiable. Por otro lado, deben tener en cuenta que una caña de cerveza cuesta desde 600 kr (coronas islandesas) o 6 euros en Happy Hour, mientras que en horario normal el precio sube a 8 ó 9 euros, muy caro. Si andan cortos de presupuesto, será mejor que planifiquen y compren la cerveza en el supermercado, digo planifiquen porque cierran bastante temprano y en horarios diferentes cada día, generalmente entre 18 y 19:30 horas.
7. Auroras Boreales
Por si aún no se han decidido a visitar Islandia, les tengo que recordar la atracción más impresionante de todas. Cuando estén allí deben mirar hacia el cielo todas las noches por si aparece la maravillosa Aurora Boreal, a mí me tocó verla dos noches que estuvo despejado, y estaban tan intensas que las podíamos ver, incluso, con todas las luces de la ciudad encendidas. Sin duda, son el mejor paisaje que este bello país puede ofrecer y, a pesar de que es caro, por toda la belleza que nos entrega, vale la pena totalmente.