Hace años atrás el Norte de Chile me parecía un lugar poco agraciado, recuerdo que en mi instituto, nos tocó crear una revista de San Pedro de Atacama y sus alrededores. Meses después tuvimos una gira por aquellos lugares, fue cuando descubrí lo muy equivocada que estaba, pues yo misma pude asombrarme con las maravillas que escondía este pleno desierto.
A las nueve de la mañana nos fue a buscar a nuestra sede el bus que nos conduciría a nuestro destino, nos esperaba un largo viaje de 21 horas, claramente hicimos algunas paradas para los que deseaban comprar algo e ir al baño.
Cuando llegamos a la Ciudad de San Pedro de Atacama, me pareció una ciudad sumida en un espejismo bajo el sol, tan desértico y, sin embargo, un Oasis. Llegamos alrededor de las 7 am directo al hotel Corvatsch, sitio donde nos hospedamos, el Hotel Corvatsch. A mi juicio un lugar acogedor y con todas las comodidades disponibles tales como: wifi, calefacción, entre otros.
Primer destino 15:00 horas: La Laguna Cejar, ojo del salar y laguna Tebinquinche.
Recomendaciones:
1. Llevar bañador puesto, puesto no encontraras sitios donde poder cambiarte.
2. Llevar gafas para el sol, para evitar posibles irritaciones por el aire salado.
3. Usar bloqueador.
4. Hidratarse con abundante agua envasada, todos sabemos que no debemos consumir agua de la llave de un sitio en el que jamás hemos estado, aunque no todos tenemos el mismo organismo, es mejor tomar precauciones y evitar cualquier molestia.
La primera parada fue sumergirse en las aguas de famosa Laguna Cejar, conocida por su gran cantidad de sal, haciendo que hasta el menos inexperto en nado pueda flotar, es hondo pero jamás te hundes, y además tiene propiedades sanadoras, para aquellas personas de la tercera edad muy recomendable. Junto a esta, pudimos además fotografiarnos con mis compañeros de gira a través del reflejo de uno de los ojos del salar, aquellas son dos pequeñas lagunas de agua dulce, en donde además también puedes refrescarte. Para los amantes de las fotografías, es el sitio apropiado, ya que el paisaje se encuentra constituido con formaciones rocosas de sal.
Para culminar el día nos dirigimos a la laguna Tebinquinche, seca en su gran mayoría y la que pudimos disfrutar el crepúsculo del atardecer con unos pisco sours.
Segundo destino 3 am: Geisers del Tatio, Machuca y recorrido libre por San Pedro.
Recomendaciones:
1. Hidratarte con abundante agua el día anterior.
2. Dormir lo adecuado y no ingerir alcohol.
3. Usar Ropa abrigada, chaquetas cortavientos e impermeables.
4. Bañador y toallas.
5. Gafas de sol.
En plena madrugada nos dirigimos rumbo a los Geisers del Tatio, su nombre proviene del Kunza tata – iu y significa tata llorón, un paisaje increíble por sobre los 4.300. metros de altura, debes contar con efectivo ya que debes pagar por la entrada: $3.500. para turistas nacionales, $5.000. para turistas extranjeros y $2.000. para turistas que son estudiantes.
¿El por qué de la llegada antes de los primeros rayos del sol?, es debido a que los violentos chorros de agua hervida se condensan generando fumarolas de vapor que se elevan por sobre los 8 metros de altura, además si no vas con guías, se solicita sigas todas las normas de seguridad instaladas en el lugar, para así evitar cualquier clase de accidente. Cuando ya va transcurriendo la mañana y la temperatura sube, puedes sumergirte en las aguas geotérmicas del lugar, el sitio cuenta con vestidores y baños.
Cuando visitas lo Geisers una parada obligada es Machuca, un pequeño pueblo atacameño casi despoblado, encontrándose en los 4.000. metros de altura. Hay locales donde puedes disfrutar de comidas típicas y exóticas de la misma cultura, las más conocidas son: la agüita de chachacoma, muy similar al té de coca y el anticuchos de llamo, sin duda una delicia del lugar.
También puedes recorrer a lo alto del cerro para deleitarte con la iglesia y la capilla del pueblo.
Alrededor del mediodía, teníamos recorrido libre por San Pedro, junto a mi grupo nos dirigimos al Pucara de Quitor encontrado a unos 3 kilómetros desde el pueblo, para ello debes pagar entrada de $ 1.500. p/p, y además hacer arriendo de bicicletas: $ 3.000. medio día y $ 5.000. día completo, o, también a caballo, el valor es de $ 5.000 la hora, y el mínimo son pagar por 2.
El Pucara de Quitor es una edificación pre incaica, administrada por las mismas comunidades y que cuenta con las memorias desde la llegada de los primeros habitantes al salar de Atacama, hasta la colonia.
Al atardecer devuelta en San Pedro, recorrimos la iglesia y la plaza de la misma, muy cercano se encuentra un museo llamado Gustavo Le Paige, en el que antiguamente se exhibían momias muy bien preservadas, pero debido al descontento del pueblo Licanantay, dejaron de mostrarse públicamente al ser retiradas del recinto y solo puedes adentrarte en la historia del lugar, con colecciones de la misma cultura.
También puede dirigirte a hacer compras a la feria artesanal, localizada en la misma plaza de San Pedro, a pesar de ser altamente turístico, debes llevar dinero en efectivo, ya que no cuentan con otras modalidades de pago.
Para finalizar nuestra estadía, celebramos al anochecer en un pub-restaurante del lugar, sin duda, una de mis mejores vivencias y que se guardará, como parte de una mas de mis memorias de viajes.