Un domingo de primavera, frío y nublado, llegamos a St. Andrews, un pequeño pueblo al este de Escocia, cuya vida gira en torno a tres elementos importantes: el golf, las ruinas de su catedral y la universidad.
La Universidad de St. Andrews es la más antigua de todo el país, existe desde 1413; por toda la ciudad se pueden encontrar edificios relacionados a ella: facultades, oficinas, el museo, gran parte del pueblo gira en torno a esta institución. Más allá de su historia, recientemente obtuvo mayor reconocimiento mundial, porque fue el lugar donde se conocieron el Príncipe William y Kate Middleton, los actuales Duques de Cambridge, cuando ambos asistían a sus clases allí.
En efecto, existe un pequeño local llamado Northpoint Café, ubicado en 24 North Street, que exhibe un gran cartel que dice: “Donde Kate se encontraba con Wills (para tomar café)”. La historia del “cuento de hadas” me incitó a entrar para comerme un scone y tomar un té, pero como en una mala película, cuando estaba cruzando la calle colocaron la temida señal: “Closed”.
La siguiente parada, con una historia menos de fantasía, es la antigua catedral – la más grande de Escocia – que actualmente se encuentra en ruinas. Después de comprar la entrada en la tienda de souvenirs, se atraviesan algunos pasillos, que con la ayuda de pinturas y figuras humanas, te cuentan la historia de la Catedral y la serie de eventos que ocurrieron para que llegara a su estado actual.
Más allá de algunas paredes y columnas en pie, hay pequeñas placas colocadas en el césped que te van indicando qué se supone que había en cada lugar. Además hay un área extensa donde se encuentra el cementerio, aún lleno de tumbas.
El tercer elemento importante de St. Andrews es el golf. El Royal and Ancient Golf Club data de 1754, y se convirtió en el centro más importante de este deporte, en efecto, fue aquí donde se crearon las normas que rigen este juego. Frente a los campos de golf se encuentra el museo, que – aunque no seas fanático de esta disciplina – no deja de ser interesante, pues cuenta toda su historia, además es posible ver los primeros implementos utilizados y hay una galería de fotos con las grandes figuras que han jugado allí, obviamente está Tiger Woods. Al final del recorrido incluso tienes la oportunidad de tomar un palo y una pelota e intentar hacer un hoyo en una pequeña sala cubierta con césped artificial.
Hay otro dato interesante sobre St. Andrews, la playa West Sands, ubicada frente al campo de golf, fue la locación de la escena inicial del film “Chariots of Fire” (1981), en la que se ve entrenar a los corredores que participarán en los Juegos Olímpicos de 1924. Es una playa con el certificado Blue Flag, lo que indica que cumple con altos estándares de seguridad, servicios y calidad del agua.
Un día basta para recorrer St. Andrews y conocer un poco de los siglos de historia que encierra este pequeño pueblo escocés.