Kensington Gardens es parte del pulmón natural más grande que posee el centro de Londres, llegar hasta allí es fácil, pues está rodeado de estaciones de metro o tube, y más de una decena de buses circulan por los alrededores. Yo llegué hasta la estación High Street Kensington y al salir me encontré con una calle bastante posh, llena de tiendas, cafés y supermercados orgánicos.
La entrada al parque es gratuita, excepto la visita al Palacio de Kensington, la residencia oficial de los Duques de Cambridge, Kate y William. Si la lluvia inglesa hace su acostumbrada aparición entrar al palacio puede ser una buena idea, además de aprovechar el paseo podrás escapar del agua, pero si es un día soleado – como fue el mío – te recomiendo dedicar todo el tiempo posible a visitar los jardines, pues son extensos y se unen con Hyde Park.
Además de hermosos lagos con patos, y sillas de extensión disponibles gratuitamente para los visitantes, encontrarás varios monumentos, fuentes y estatuas muy interesantes, que sin duda le darán un toque más cultural e histórico a tu paseo al aire libre.
Uno de los monumentos más importantes es el Albert Memorial, dedicado al Príncipe Albert, esposo de la reina Victoria (Sí, son los mismos del museo Victoria & Albert). Allí además tendrás la oportunidad de cruzar la calle, salir por un momento de los jardines, y visitar el Royal Albert Hall, donde se realizan grandes eventos musicales, conferencias y hasta juegos de tennis.
Más adelante, y entre los caminos que conducen a Bayswater Road, está la estatua de Peter Pan. Esta obra se encuentra allí porque James M. Barrie, el escritor de este clásico de la literatura, era vecino de la zona y utilizó Kensington Gardens como inspiración para su historia.
Ya en la frontera entre Hyde Park y Kensington Gardens, cerca del río Serpentine, está la fuente en memoria a la Princesa Diana, es un lugar tranquilo que dispone de algunos espacios para sentarse, incluso es posible cruzar hacia el centro de la fuente, lo que simboliza el corazón de la fallecida princesa.
El plan ideal en Kensington Gardens es hacer un picnic, solo o acompañado, llevar cosas ligeras para picar, agua, frutas, y dedicarse a recorrer esta amplia extensión de verde, que ofrece algo interesante por descubrir en cada uno de sus rincones.
Karem Pirela