Después de sortear el desierto más árido del planeta, cuyo último increíble florecimiento ocurrió en 2011, y que de noche maravilla con la limpieza de su cielo donde se pueden apreciar a simple vista las estrellas fugaces y los astros tan cercanos que parece que al estirar los brazos podrás guardar uno entre los dedos, felicidad tan grande que me permitió ignorar el frío para después, en la madrugada, refrescarme corriendo a través de la camanchaca en uno de los últimos kilómetros de la Panamericana Norte, antes de que apareciera en el parabrisas la ciudad capital de la Región de Arica y Parinacota.
Una vez ahí, para seguir conociendo la frontera norte de Chile recomiendo ir a:
1. El Mercado Colón
Lugar donde recuperé el cuerpo y el espíritu gracias a cebiches, mariscales y chicha de mora, una muy buena tradición del altiplano.
2. Estación del Ferrocaril Arica - La Paz
Para luego, a modo de sobremesa, caminar hasta la Estación del Ferrocarril Arica-La Paz, inaugurado en 1913, cual real abrazo entre dos ciudades que comparten su historia precolombina, y en el que es posible viajar por la pampa, donde las casas parecen habitadas por fantasmas, pero solo hasta Visviri, ya que el lado boliviano está inoperativo.
3. El Desierto
Asimismo, desde el tren, puede apreciar lindas postales diurnas del Desierto de Atacama, territorio por donde, gracias al viento indomable, viajaron a mi lado algunas especies de cactus.
4. La Costanera de Arica
De vuelta en Arica, me entretuve paseando por la feria de la costanera, donde compré artilugios, yerbas y brebajes provenientes de todo el altiplano, como una suerte de resumen cultural de la zona.
5. La ex-Aduana
Ahí, muy cerca, está la casa de la cultura, otrora aduana, monumento nacional chileno construido por Perú antes de la Guerra del Pacífico, cuyos ladrillos, sobrevivientes a numerosas catástrofes naturales, fueron traídos desde los talleres de Eiffel, en Francia.
Imagen CC Dan Lundberg.
6. Iglesia San Marcos
Otra construcción cercana, creada en la misma factoría, es la Iglesia San Marcos, de estilo gótico y trabajada ampliamente en metal, un clásico para las fotos de recuerdo.
7. El Morro y sus vistas
Y, a apenas un par de cuadras, se ubica la subida al Morro, el hito que marca el comienzo geográfico de nuestro país, desde donde se puede ver toda Arica y el desierto.
Imagen CC Pedro Villavicencio.
8. Valle de Azapa
Tras un buen descanso, acompañado de mucha agua porque, a pesar de la ciudad, seguía en el desierto, una familia amiga me llevó en auto a ver los bosques de olivos del Valle de Azapa, conocido por sus gigantescas y exquisitas aceitunas.
9. Cementerio de Arica
Hasta ahí se llega por la Panamericana Sur, carretera que también pasa por el Cementerio de Arica, un imperdible para las lectoras de Hernán Rivera Letelier, dadas sus sepulturas blancas rodeadas por flores de papeles multicolores en medio de la nada...
10. Lago Chungará
... vacío que, luego de tomar en el Rodoviario cualquier bus que vaya a La Paz, es absolutamente compensado por el azul eterno del Chungará, rodeado de vicuñas pastando a los pies del Volcán Parinacota, imagen que es dulcificada por el rosado de los flamencos.
Con estos datos, ya sabes donde tienes que ir si quieres fotografiar desierto y nieve en una sola toma, además de probar los sabores que deleitaron a los incas, viajar en el tiempo mediante la arquitectura, ver animales increíbles y palpar en carne viva las novelas que solo la pampa pudo escribir.