La ciudad inglesa de Bristol es conocida por su antigua arquitectura, gran cantidad de museos y monumentos históricos. Entre sus atractivos turísticos se encuentran las actividades ligadas al vuelo de globos aerostáticos y otros relacionados con el puente colgante Clifton, que cruza el río Avon y une Clifton Village (uno de los barrios de la ciudad) con North Somersetva. Durante el siglo XVIII fue uno de los principales puntos de tráfico de esclavos y es la ciudad puerto más importante de la zona.
A pesar de toda la magia histórica que envuelve a Bristol, lo que más quería conocer cuando fui eran las intervenciones de Banksy en el lugar.
Para los que no lo conocen, se trata de un exponente del street art -según algunos sólo un “artista”, para otros un creador que interviene las paredes para expresar su molestia ante las injusticias, el abuso de poder y las desigualdades socio-humanas que se generan a diario en el planeta-.
Cuenta el mito urbano que Banksy creció en esta ciudad inglesa, independiente que eso sea o no verdad, es un hecho que parte de las intervenciones más antiguas que se mantienen en las paredes del mundo con su firma están en este lugar.
Pues bien, aplicación de tour Banksy en mano, partimos con mi prima a buscar las anheladas intervenciones. Caminamos por una ciudad con un clima bipolar de lluvia constante (como dato si es que van, el lugar es inimaginable sin lluvia), llenas de agua encima, el recorrido por esas callecitas repletas de murales y desarrollo de Street art de otros creadores, sin lugar a duda valió la pena.
Las siete fotos que acompañan este relato son prácticamente todas las intervenciones de Banksy que estaban al menos hasta junio en Bristol. Las últimas eran Mobile Lovers (que fue comprada por un coleccionista privado para financiar un centro juvenil de la ciudad) y el ángel con el tarro de pintura rosado en la cabeza, que está en el Bristol Museo and Art Gallery.