Disneyworld: Magia para todas las edades

Disney World es magia. No hay palabra que pueda describir de mejor manera lo que produce estar en esos parques de ensueños. Es mágico, porque sientes que estás en otro mundo, donde se mezcla la fantasía con la realidad. Al igual que muchos lectores, crecí con Disney; crecí con Mickey Mouse, Minnie, Goofy y Donald. Crecí con las princesas y los villanos. Por eso nunca me cuestioné la cara de asombro al saber que iría a "conocerlos" en unos meses más.

Tenía 17 años cuando fui por primera vez. Sí, era grande, pero como dije anteriormente, toda mi infancia es recordada con Disney. Y seamos sinceros, cualquiera se pondría feliz, hayas o no hayas sido fanático. Este artículo trata precisamente de lo que produce estar allí. ¿Y qué produce? Personalmente me sentí asombrada, alegre y ansiosa. Quería estar en todos lados, cosa que en un día es muy difícil, porque ¡son gigantezcos los parques y no quería perderme nada!

Muchos me preguntan si Disney World sólo se trata de juegos para niños pequeños, pensando quizás en una nefasta existencia del clásico juego de las tacitas o el famoso carrusel -que por cierto también están-, pero no. Es mucho más que eso. Siempre recuerdo a una señora de unos 80 años, paseando con la familia. Llevaba orejas de Minnie y la cara pintada, como si fuera una niña pequeña disfrutando de su propio mundo de fantasía. Para estar en Disney World definitivamente no hay edad. Desde desfiles hasta obras teatrales, desde montañas rusas hasta simuladores, desde la posibilidad de sacarte una foto con algún personaje que ande rondando por ahí, hasta tomar un descanso en una playa artificial. Siempre hay algo que hacer y les aseguro, para todas las edades.

• ¿Lo que más me gustó de Disney World? Quizás para muchos sean las montañas rusas, pero en lo personal lo que más me agradó de los parques fueron los shows pirotécnicos por las noches. ¡Son increíble! Me emocioné mucho al ver el castillo de la Cenicienta (en Magic Kingdom) brillando con miles de fuegos artificiales a su alrededor. ¡Por fin viví esa clásica intro que aparece siempre en las películas de Disney! Emocionante.

• ¿Lo que menos me gustó de Disney World? Difícil pregunta, porque ni basura en el suelo había. Todo estaba perfectamente diseñado y el servicio en cualquier lugar era excelente –siempre amables y hablándote como si fueras la primera persona en pisar por primera vez el parque-. Quizás lo menos agradable fue la comida, no porque estuviera mal cocinada, sino porque en Estados Unidos acostumbran mucho a la grasa y comer todos los días así era un poco angustiante.
  
  De todas maneras, ¡Disneyworld te sorprenderá gratamente!