Debo decir que no tomaba una bicicleta hace como diez años cuando decidí emprender esta aventura ciclística. Una amiga me había contado sobre la empresa Bellaike Chile, quienes se ponían con unas bicicletas a un precio módico ($1.500 la hora), para que te perdieras por el Cementerio General de Santiago conociendo rincones e hitos de nuestra historia.
Decidí ir con un grupo de amigos para hacerlo más ameno y la verdad es que lo pasé genial. Es de ese tipo de paseos del cual no tienes gran expectiva, pero que terminan siendo geniales. Hay que llegar por Recoleta y de inmediato uno puede ver las bicicletas en la entrada. La típica es la de carrito tipo paseo, pero también hay unas que llamaron mucho mi atención. Son aquellas que tienen para transportar a una persona atrás, la idea es que pueda ir un niño o un adulto mayor, alguien que tenga una movilidad reducida, así nadie se queda sin pasear.
Una vez con el transporte listo, sólo hay que aventurarse por los rincones del cementerio. Recomiendo ir temprano porque el tiempo se hace corto y siempre es mejor hacerlo con la luz del día para no perderse los detalles, sobre todo en esta época en que el tiempo frío hace las cosas más complicadas. Empezamos a recorrer el lugar y nos encontramos con sectores bien curiosos: Estaba la zona donde están las tumbas de los hinchas de los equipos de fútbol, también la de los niños llenos de globos y juguetes, los artistas de circo, y en esa estábamos cuando nos encontramos con un conmemorativo de Eduardo "Gato" Alquinta, el fallecido músico de Los Jaivas.
Hay que tener cuidado con los autos y no pasar a llevar a lo familiares que van a dejar flores. Obviamente debe existir un respeto, estamos en un campo santo y siempre se debe tener eso presente. Recorriendo fue que llegamos al sector histórico que prácticamente parece otro cementerio, grandes mausoleos y panteones donde podemos identificar variados estilos arquitectónicos y además hallar una serie de personajes significativos del país, como por ejemplo José Miguel Carrera, Barros Borgoño, Manuel Baquedano, entre otros.
En la búsqueda, también vimos uno de los monumentos más importantes por su tamaño y contenido, el Memorial del Detenido Desaparecido y del Ejecutado Político, ubicado en el Patio 102, entrando por Recoleta. Así es como hay cientos y cientos de cosas por ver y deleitar a los ojos. Lo mejor es hacerlo mientras disfrutas de la simplicidad de subirte a una bicicleta, sentir el viento en la cara y crear un bello recuerdo. Recomendado en un 100%. Para recuperar energías, nosotros nos fuimos a comer a El Quita penas, otro clásico de la ciudad que queda al frente del cementerio.
Imagen 1 CC Bellabike Chile